Antiarrugas atómico 
  corner   



¿Cuándo podré pintarme los ojos sin pintarme la nariz?


HOME

escríbeme aquí

Mi bloguiperfil

Travesía Superconjuntada: he cruzado el Algarve a pie y ahora voy por la costa hacia Lisboa:

1ª etapa (Abril 2010)Vila Real - Cacela - Tavira

2ª etapa (Abril 2010)Tavira - Moncarapacho - Olhao - Praia de Faro

3ª etapa (Mayo 2010)Praia de Faro - Quarteira - Albufeira - Lagoa
(3 posts)


4ª etapa (Junio 2010)Portimão – Praia da Rocha – Torralta - Alvor - Lagos
(3 posts)


5ª etapa (Ago 2010)Lagos - Luz - Salema - Cabo de São Vicente
(2 posts)


6ª etapa (Abril 2011)Budens - Carrapateira - Aljezur – Odeceixe
(3 posts)


7ª etapa (Mayo 2011)Odeceixe - Zambujeira - Almograve - V.N.Milfontes
(3 posts)


8ª etapa (Junio 2011)V.N.Milfontes - Porto Côvo
(1 post)


9ª etapa (Julio 2011)Porto Côvo – Sines – Santo André – P.Galé
(2 posts)


Categorías:

Albania

Arte

Aveiro

Bragas

Cervecitas

Cosas que ves

El Alentejo

El Algarve

Historias de Aeropuertos

Italia

La Casa del Porvenir

La Sevibici

Ligues

Lisboa

Los Remedios

Mis Escritos

Mis Viajes Solitarios

Moda

Pechugaaas

Pequeñas Reflexiones

Teatro

Tecnología

Tirana

Otrosblogs:


400 maniquíes ya!La Voz del Maniquí

Setentero-musical Cuenta Discos

Edu Un Cronopio Amnésico

M. Noches de Lluvia

Buenísimo Recuerdos a olvidar

Xtraterrestre con X La nada del todo

Fotos en Sevilla Anibal

Otros colores Violeta

Alamedero Nono

No se corta San Canalla

Bailando, sintiendo Retales de Lunares

¿Sólo 40? Cantando mis Cuarenta

En el aire DragonFlyrs

Interesante Salvador Navarro

De cómo pensamos Yo, trébol

Espía Jaio

Lobo gruñón
Grumpy Wolf

Follancias ¿Qué pasa follador?

Relatos reales Memoria

Volvió Lentejo

Mashuca
Cuasiblogh

Volvió al ruedo! PandragoQ


Em português

Nuestro blog
Centro Cultural Lusófono

Lisboa antiga Bic Laranja

Património em perigoLisboa S.O.S.

Pequeñas y grandes ruinas con su cieloRuin'arte

Fonte de inspiração!Portugal a pé

Coisinhas interessantesNosso mundo na net

Há muitissimos
Castelos de Portugal


In italiano

Mi amiga Daniela

Robba


Auf Deutsch

Odile


Anuncios antiguos

Filminas


Esperando a que resuciten

Minshu

Superpava

Milio


Páginas web

Traversa (Mi hermano cruzó África a pie y escribió un libro)

Centro Cultural Lusófono (Nuestra asociación de aficionados al mundo portugués)

La Fosa Bestiaria (Las Hermanas Lumière)

ABC del Kitsch (Jaio)

Mis posts pasados:

Febrero 2003
Marzo 2003
Abril 2003
Mayo 2003
Junio 2003
Julio 2003
Agosto 2003
Sept 2003
Oct 2003
Nov 2003
Dic 2003
Enero 2004
Febrero 2004
Marzo 2004
Abril 2004
Mayo 2004
Junio 2004
Julio 2004
Agosto 2004
Sept 2004
Oct 2004
Nov 2004
Dic 2004
Enero 2005
Febrero 2005
Marzo 2005
Abril 2005
Mayo 2005
Junio 2005
Julio 2005
Agosto 2005
Sept 2005
Oct 2005
Nov 2005
Dic 2005
Enero 2006
Febrero 2006
Marzo 2006
Abril 2006
Mayo 2006
Junio 2006
Julio 2006
Agosto 2006
Sept 2006
Oct 2006
Nov 2006
Dic 2006
Febrero 2007
Marzo 2007
Abril 2007
Sept 2007
Oct 2007
Nov 2007
Dic 2007
Mayo 2008
Junio 2008
Julio 2008
Agosto 2008
Sep 2008
Oct 2008
Nov 2008
Dic 2008
Enero 2009
Febrero 2009
Marzo 2009
Abril 2009
Mayo 2009
Junio 2009
Julio 2009
Agosto 2009
Sep 2009
Oct 2009
Nov 2009
Enero 2010
Febrero 2010
Marzo 2010
Abril 2010
Mayo 2010
Junio 2010
Julio 2010
Agosto 2010
Sep 2010
Oct 2010
Nov 2010
Enero 2011
Febrero 2011
Marzo 2011
Abril 2011
Mayo 2011
Junio 2011
 

viernes, 26 de diciembre de 2008

 


Ay, Lisboa.....
.
(foto de diciembre del año pasado)
.

Etiquetas: ,




8 Comentarios

domingo, 21 de diciembre de 2008

 
1. Qué poco escribo en este blog, ¿verdad? Yo de ti dejaba de leerme. Me lo merezco. Prometo que todo eso cambiará.

2. Que eso sí, que todo lo que no escribo aquí, lo escribo en la calle, en los bares, en los parques y jardines públicos. En los bares sobre todo. Lo he convertido en una prioridad absoluta. Allí voy y allí me siento y me pido mi cerveza y me viene la inspiración lo mismo que me viene la cerveza. Estoy muy contenta. Estoy ahondando en la psicología de mi personaje, y ya se ha ligado a... (un momento que voy a contar)... a dieciséis. No está mal. Estoy depurando mi técnica. Siempre me sale bien. Sonrío mucho y a veces miro el vacío, no necesito de nada ni de nadie. Estoy como fuera de mí, volando por encima, accedo a otra parte de mi cerebro que antes me estaba vedada, algo así, no sé explicarlo. Ahora escribo completamente sin esfuerzo y siempre me sale bien. Pienso que esto lo estoy robando a otras partes de la mente, la memoria, por ejemplo, o el querer a los demás, pero allí está y tengo que aprovecharlo.

3. Que esto de ir tú sola a los bares y ponerte a llenar cuadernos tiene sus peligros, el otro día uno intentó ligarme. Pero como estoy en otro estado mental no me afectó demasiado, le mandé dulcemente a la porra y seguí escribiendo. Después sí me puse a pensarlo y pensé qué horror, llevaba un buen rato observándome, me parece hasta siniestro.

4. Otro día cuando iba a escribir a un bar me encontré con un amigo pero entendió perfectamente a lo que iba, nos tomamos una cerveza juntos y luego se fue a ver la tele (y las botellas, y la pared) mientras yo saqué el cuaderno y arrastré mi personaje por un affaire dudoso con un teleadicto que usaba calzoncillos comprados por su madre (le tiró el mando a distancia por la ventana y hala), después nos tomamos otras cervezas y se nos fue la hora y no llegamos a tiempo para ver a Mau en el teatro, que era a lo que habíamos venido, yo por un lado, él por otro, qué desastre (pero todo se arregló porque nos la encontramos en un bar, y otras varias cervezas y así).

5.

Así es mi vida, arrugada pero bella. Ese es mi cuaderno (si a veces me lo llevo a la cama y todo, no para escribir nada, sino por no apartarme de él).

6. Que fui a un concierto de fados en el Consulado de Portugal y estaba encargada de hacer unas fotos. Empecé a arrastrarme artísticamente por el suelo (cosa que hacen los fotógrafos, es normal) para conseguir una bonita imagen de unos guitarristas no tapados por un amplificador, teniendo mucho cuidado con mis posturas ya que llevaba una absurda minifalda de vuelo y tenía a todo el público detrás. Al rato, enfocando y desenfocando, veo un zapato, lo tengo casi en mis narices, miro a ver de quién es el zapato y me digo, Ostias, si es del Consul, qué vergüenza. Después de otro rato reptando por el suelo a los pies del Consul consigo hacer la foto que quería (al final no era para tanto, pero ya no me podía echar atrás), me levanto de cualquier manera para volver lo más rápidamente y lo más discretamente posible a mi asiento, y todo el auditorio me ve las bragas. Genial. Muy antiarrugas atómico. Qué vergüenza (II).

7. Que hoy tomando un café con Pastora y me he encontrado (en realidad él se ha encontrado conmigo) con un amigo muuuuuy antiguo, hace 16 años que no nos vemos, fue primero alumno luego vecino y siempre amigo, me ha hecho ilusión oye y espero que sigamos en contacto y que esa cervecita se materialice.

8. Que el 26 de diciembre me voy a Lisboa. (Chari-fados-paseos-maniquíes-ensayar-português-a outra face da lua-los potajes del príncipe real-sopas de legumes-escribir desde luego-y soñar-e imaginar).

Siento aporrearos la cabeza este post tan largo, bien podría haber escrito lo mismo pero a ritmo de un punto cada dos días, habría sido mejor para todos.




5 Comentarios

miércoles, 3 de diciembre de 2008

 
Pues he ido a sentarme a la sombra de la casita con flores en los balcones que tanto me inspira, para darle rienda suelta a la inspiración (ver post del otro día) y escribir tranquilamente mis cuentos y relatos, y me he encontrado con una máquina de estas que chupan toda la porquería de las alcantarillas y la echan a una tolva, o la esparcen por la acera, da igual, y mientras hacen eso también hacen un ruido de todos los demonios y echan una peste que pa qué.

Justo delante de la casita estaba anclada la bestia mecánica esta, o sea que ya no me veía allí sentada (en un imaginario banquito que iba a aparecer para la ocasión) garabateando feliz creando el hilo de mi relato y la psicología de mi personaje. Como que la casa ya no me inspiraba tanto, con eso delante no. Además la han pintado de un color de sangre de pollo coagulada que no me inspira mucho tampoco... así que... a seguir dando un paseo. Aquí el único destape va a ser el destape del alcantarillado.

Al final me he tenido que ir al barrio de al lado (porque la máquina se oía todo el barrio de San Bernardo, pero todo todo, en el barrio entero) y ha funcionado, me he sentado en dos banquitos diferentes y he escrito una escenita en cada banquito, luego he estado mirando por los buzones de unas casas en ruinas, luego me he metido en la Bodeguita Puente y me he tomado dos cervezas y he escrito tres o cuatro escenitas más, me iba la inspiración muchísimo, me sentía eufórica, como si estuviera volando, muy alegre y muy simpática, como generosa, regalaba las sillas desocupadas de mi mesa a otros más necesitados que yo con una cálida sonrisa y luego seguía escribiendo, creo que eran imágenes violentas, de personas desgraciadas, de personas utilizadoras y otras utilizadas, de mucha intensidad, con mucha alegría subyacente también, no sé explicarlo, alegría de la vida, jugaba con todas las palabras y en ese momento no necesitas nada ni a nadie, algunas palabras ganan y otras pierden pero todas están allí por algo, todas añaden algo, es puro placer. Sobre todo con una cerveza en la mano (en la mano izquierda, se entiende) y un bonito entorno y unas horas por delante si las quieres. No he vuelto a mirar lo que escribí porque quiero que sea una sorpresa un poco más adelante, quiero leerlo como si lo hubiera escrito otra persona, pero creo que me va a gustar. Tengo que hacer esto más.
.

Etiquetas:




4 Comentarios

domingo, 30 de noviembre de 2008

 
Jamás me acostaría con un hombre que no me gustara.

Pero eso sí, tengo que acostarme con todos los hombres que me gustan.

No, no soy yo, no os preocupéis, es que estoy escribiendo un cuento, poquito a poquito, cuando me visita la inspiración, ya sabéis. Hay una casa en el barrio de San Bernardo (que no es lo que era, por cierto) que me inspira mucho, es una casa de tres plantas con flores en el balcón, muy sevillana. ¿Por qué me inspira esa casa y no otra? Es como si en una vida pasada me hubieran pasado muchas cosas en esa casa, en esa y en muchas más. Las muchas más también hay que encontrarlas. Deben de estar repartidas por la ciudad. Algunas estarán ya en ruinas, otras habitadas por familias decentes. Otras ya las habrán derribado, con todos mis secretos dentro.

Tu casa, cosas cálidas. Trastos cálidos. Tus zapatillas. Consigo abstraerme y no sé quién eres. Las baldosas del suelo, las pelusas de la manta. Por inercia soy tuya. Te quiero te quiero te quiero.

Mañana he quedado con tu primo.

Quizás ahora sea, simplemente, el momento de escribir. Y nada ni nadie me lo va a impedir. Aunque signifique sentarme en un banquito en la calle con mi abrigo y mis guantes sin dedos y un cuaderno sobre las rodillas y que me crean... un poco extraña.

Escribir es mucha autodisciplina, pero me lo debo a mí misma.

Se puede decir que me gusta la arquitectura. Me gusta la arquitectura de los hombres, como están construidos. Y en segundo lugar me gusta la arquitectura de las casas, sobre todo si tienen flores en los balcones.

Ese es el tema, y eso es sobre lo que voy a escribir.

Y hoy mismo es el día en que lo voy a hacer.

Etiquetas:




3 Comentarios

martes, 18 de noviembre de 2008

 
COMPARATIVA DE IMPRESORAS: CANON PIXMA iP 2200 Y CANON PIXMA iP 2600



1. La Pixma iP 2200 es gris.
La Pixma iP 2600 es negra.

2. La Pixma iP 2200 imprime papeles.
La Pixma iP 2600 imprime papeles.

3. La Pixma iP 2200 tiene un 2 en el nombre.
La Pixma iP 2600 tiene un 6 en el nombre.

4. Cuando imprime, la Pixma iP 2200 hace un ruido que parece dos perros follando.
Cuando imprime, la Pixma iP 2600 hace un ruido que parece cuatro perros follando.

5. La Pixma iP 2200 coge todo el polvo.
La Pixma iP 2600 coge todo el polvo, pero como es negra, se nota más.

6. La Pixma iP 2200 es inclinada. Puedes apoyar tu cerveza en ella, pero se cae.
La Pixma iP 2600 es perfectamente horizontal. Tu cerveza no se cae. Eso sí que es un adelanto :)

7. La Pixma iP 2200 al final se termina jodiendo.
La Pixma iP 2600 al final se terminará jodiendo también.

Ya sabéis, mi relación con la tecnología es... básica... funcional... cuanto menos...

Hablando de tecnología, me acabo de comprar una nueva cámara, una Nikon Coolpix P6000. Estoy muy contenta porque está resultando ser exactamente lo que buscaba, que era una cámara con funciones, que te dé control, que haga buenas fotos pero que no pese ni estorbe. Quiero aprender a usar todas las cosas que tiene (y por tener, hasta GPS tiene).

Anoche al volver del Cóctel del Consulado (me muevo en las altas esferas) me hice esta foto con Mi Chico. Bueno, técnicamente no es muy apabullante (tened en cuenta que estaba oscuro y yo estaba borracha), pero me gusta. Mis fotos técnicas también están empezando a aparecer ya, y la maquinita da mucha calidad de imagen. Siendo como soy una fotonostálgica, me da mucha alegría volver a encontrarme con cosas como la velocidad de obturación y la profundidad de campo, cosas que eran parte de mi vida y que tenía perdidas de vista desde hace años. Bueno, otro día hablaré de eso...
.

Etiquetas:




4 Comentarios

martes, 11 de noviembre de 2008

 
Sale el sol, y me deshago de jerséis, rebecas, calcetines, babuchas peludas y otras protecciones y me despliego en la terraza, donde me caigo a la camita-tumbona y me asoleo como una lagartija.

Una lagartija en bolas, se entiende. Lo único que llevo son mis gafas de sol, en mi terraza privada y aislada, donde sólo entran los pájaros, algún mosqueante insecto a veces, y la luz del sol.

Y de repente se rompe el silencio, y oigo una palabra. Una sola palabra, pero berreada a toda hostia, a infinitos decibelios. Y esa palabra es:

" ¡¡¡¡ PECHUGAAAA !!!! "

¿Pechugaaa? Me tapo rápidamente con lo que encuentro a mano.

¿De dónde ha venido ese terrible aullido de "pechugaaaa"?

¡Ah! ¡Ya sé de dónde! ¡Del bar la Escuela Politécnica, enfrente de mi casa! (pero a bastante distancia...)

Es la primera vez que oigo algún sonido de ese bar. Nunca he oído ni las conversaciones, ni la lista de tapas, ni el tintineo de los tenedores en los platos, nada. Hoy es la primera vez. Y mira qué oportuno.

Bueno, ya le han servido al cliente. Me vuelvo a destapar. Ahora él a su tapa de pechuga, y yo a la mía. Yo a mi sopa de sol. En Sevilla, si se quiere, se puede.

Etiquetas:




4 Comentarios

lunes, 3 de noviembre de 2008

 
Qué mala posteadora soy, podría ser un poco más asidua, ¿verdad?

Además estoy hecha una desmemoriada, me doy cuenta de que estoy perdiendo la memoria. Nada de grave, creo que es sólo porque estoy embutiendo demasiada información en una mente diseñada para funcionar con menos actividad vital, es que he sobrecargado el disco un poco y como no tengo otro, y como no puedo meterme un pendrive en la oreja para ganar capacidad, he decidido que necesito otro tipo de ayuda y he tenido una idea que me gusta mucho.

La idea es un diario (coexistirá con todos los otros diarios que tengo) donde apunto cada año con todos sus meses, y apunto allí todos hitos, los mojones en el camino, se podría decir: los viajes, las actividades artísticas-performances-exposiciones, las fiestas que he dado, los días que conocí alguna persona que ha sido importante en mi vida, los pisos que alquilé, las representaciones de teatro, donde pasé las navidades y los fines de año, las obras que escribí, los novios, los trabajos, los ligues (no me voy a quedar sin tinta de momento), los estudios, los episodios memorables por lo que sea. Los idiomas, los amores, las conferencias, las reuniones con blogueros, el día que me compré el lavaplatos.

Porque odio quedarme 20 minutos pensando ¿en qué año fue el viaje a Funchal? ¿Cuándo hice cuarto de portugués? ¿Desde cuándo te conozco?

Con los '80 y los '90 no tengo muchos problemas, esos años los tengo bajo control, es el 2000 en adelante que me trae de cabeza, un año parece igual a otro, no consigo recordar (o no conseguía, hasta ayer, claro). Han sido - sin proponérmelo - años muy intensos. He aprendido demasiados idiomas, he hecho demasiados viajes, con dinero y sin novio he tenido demasiadas oportunidades. Sacando provecho de mi libertad, me hago un lío. Pero ya no. Estoy rellenando cada año, y lo leeré a menudo para que no se me pierda nada de todo lo que he encontrado. Sólo he rellenado unos años, tardaré algo en terminarlo, pero ya noto que me va mejor la cabeza. Vuelvo a ser precisa en las fechas, como antes.

Dani, te lo dedico por cierto.

No te lo enseñaré. Ni a nadie. No debe serlo, pero es muy personal.



11 Comentarios

sábado, 25 de octubre de 2008

 
Tomarse unas buenas cervezas siempre viene bien, aunque sea en un funeral. Todo ha ido muy bien, pero muy bien. Ha ido bastante gente, mas que pensabamos. El funeral en si fue desagradable para mi, logicamente, no tiene porque serlo pero lo es. El de mi padre tambien lo fue. Ahora que soy huerfana no tendre que pasar otro. Todo ese rollo religioso.... que alegria salir finalmente a la luz... me verian demasiado alegre, pero es lo que hay. Despues del cementerio todos fuimos al pub, como tiene que ser, el buffet que nos pusieron estuvo estupendo, perfecto, una salita para nosotros, el cura tambien vino, la alegria del barrio es el cura, muy bien, me reencontre con varios vecinos padres y madres de antiguos companeros del colegio, y conoci a varios mas, nuevos para mi. El pub (clicad en el link, vereis que bonito es) esta a dos pasos de la casa de mi madre, y yo me fui un momento a casa y traje una bonita foto suya de cuando tenia 20 anhos y la coloque alli, en la mesa, entre las tapas y las pintas, quedo perfecta alli. El pub que esta tan cerca de su casa no lo visito´en su vida, ella no era bebedora (menos mal que la abstinencia no es hereditaria). O sea que ha sido la primera vez que ella ha ido al pub. Nunca es tarde para una experiencia nueva.

Escribo esto sentada en un ciber en la Rua dos Fanqueiros (buen ciber, todo funciona), he venido a pasar un fin de semana en Lisboa. Me encanta Lisboa. Estoy paseando mucho por la Baixa, es lo que me apetece, tambien me he tomado unas cervezas en el Bairro Alto con una amiga. Hace un tiempo esplendido. Estoy pensando (bueno no es una idea nueva) venir aqui un mes entero, un mes de estos, encontrar un apartamentito, alquilarlo un mes y venir a disfrutar de esto, ya que puedo. Creo que es una experiencia necesaria en mi vida. Lisboa me hace sonreir, tiene muchos recuerdos para mi, y eso es importante :)
.



4 Comentarios

martes, 14 de octubre de 2008

 
He descubierto que hay mucho papeleo cuando se muere alguien. Pero mucho mucho mucho. Es muy entretenido. Me dedico en cuerpo y alma a ello. Llamando, yendo, enterándome, notificando, te lleva a sitios totalmente nuevos, hablas con personas, te aclara las ideas, eres diferente. A veces te sientas en un pub y comes algo al mediodía y te tomas una buena cerveza.

Estoy muy bien de ánimo.

Los que me conocen, sabrán que es así.

Me temo que no me conozca casi nadie, o no del todo.

Yo me conozco. Es suficiente de momento.

Sin prisa pero sin pausa. Cosas como elegir un ataúd, por ejemplo, que no se me habían ocurrido en la vida, es surrealista, podría haber elegido uno de cartón, otro de mimbre (horrrrrible), otro supercursi modelo "La última cena". No creo que los de la funeraria estén muy acostumbrados a que a alguien le entre la risa viendo los ataúdes. Pero la cosa marcha, solucionas una cosa, y otra, y otra, es frustrante cuando no puedes solucionarlas en seguida, y te da mucha satisfacción cuando sí.

Esa es mi vida. Estoy cansada, deseando volver a Sevilla para descansar unos días antes de seguir con esto. (Y lo hago, sip, del viernes al lunes, visita relámpago per necesario). El entierro es la semana que viene, aquí estas cosas van muy lentas. Sobre todo porque hay autopsia, no se sabe la causa de la muerte. La autopsia todavía no está hecha ni siquiera.

Sólo estoy un poco más sensible que de costumbre. Sólo eso. Me afecta demasiado cuando alguien mete la pata conmigo, cuando no muestra el debido respeto, si dice algo negativo o algo que no debe. Si alguien se olvida de mi problema. Es fácil que pase. Por eso prefiero estar sola ahora, estos días. Sola estoy muy bien. Sola soy eficiente. Y estoy acostumbrada a estar sola. Pero no percibo ninguna sensación de soledad, estoy todo el día tratando con gente. No me gustaría tener a nadie cerca ahora mismo. Eso sí, los comentarios y los e-mails de ánimo me ayudan mucho, no sabes cuánto, me hacen mucha ilusión, estoy en contacto con amigos, siento que tengo amigos o algo así. Los abrazos virtuales los llevo físicamente conmigo a todas partes.

Y la casa, la casa es alucinante. Tengo unas ganas de acabar con todo esto, salvar o hacer desaparecer todas las cosas y vender la casa. Como terminar de una vez con esta época de mi vida, que en realidad ya estaba terminada, para mí terminó hace mucho, me temo. Sé que tengo que tener paciencia, como en tantas cosas, pero tengo muy claro lo que quiero. (Aunque me temo que mi hermano y yo no vamos a estar de acuerdo). Antes me daba un poco de horror pensar en este momento, pero ahora no me produce ningún desazón, ningún dilema. Está claro lo que hay que hacer, y si no lo sabes, te informas, y lo haces. Así. Es mi experiencia. Ante todo tengo una sensación de tener las cosas muy claras.
.



13 Comentarios

jueves, 9 de octubre de 2008

 
Mi madre murió ayer. Ayer a primera hora, mientras dormía.

En la casa todo está repetido, hay millones de cosas. Nunca ha habido una de cada cosa. Las 20 toallas, las 27 fundas de almohada, los 8 gatos de porcelana, las ranas, los delfines. Los relojes, el harén de señoras japonesas. Los loros, los patos, los floreros. Ahora sin dueño quizás, en la práctica sin dueño.

En un cuaderno mi madre deja instrucciones detalladísimas sobre lo que tenemos que hacer después de su muerte. Muy denso, muy práctico, parece que lo escribió en los años ochenta. Termina así: En cuanto a mí, mis problemas y preocupaciones ya habrán terminado. Ya descanso en paz. Gracias de corazón por toda la felicidad y alegría que los dos me habéis dado. Ahora la vida es cosa vuestra, os deseo mucha suerte. Que Dios os bendiga. Os quiero. Mamá.



10 Comentarios

miércoles, 1 de octubre de 2008

 
En la casa de mi madre.

Hay cosas aquí que no me parecen muy normales. Duermo en una habitación con 490 libros. Por ejemplo.

Hay 3 botes de champú iguales, de la misma marca, empezados y en uso. Hay 4 botellas de detergente abiertos, empezados. Hay 5 liposans en uso, 3 botes de leche limpiadora idénticas y usadas a la mitad, y también hay 2 botes de sacarina que van por la mitad, 2 botes de sal, 2 rollos de fixo idénticos y medio usados...

Ahora mi cometido es ir obsesivamente acabando una cosa antes de continuar con la otra. No sé. Atenta contra mi idea del orden. O algo así. Supongo que todos tenemos una idea diferente del orden.

En el salón hay 5 relojes, y sólo 2 de ellos dicen la misma hora.

En el salón hay 410 libros. 80 libros menos que en mi habitación.

Y por lo demás, mi decisión de no quejarme está ha surtido efecto, no lo estoy pasando tan mal. Dentro de lo que cabe va bien. Mi madre está un poquito mejor. Está como los zombies todavía, con la cara desencajada y de vez en cuando refunfuña algo que no entiendo, casi nada más, pero aunque parezca increíble ESTÁ MEJORANDO, aunque sea un poquito. Confío en que funcione el tratamiento y que vuelva a estar con nosotros. Está en otro hospital y el camino para llegar (dos autobuses) es precioso, campo y más campo y casas muy antiguas, pueblitos, granjas, pubs rurales y animales. Eso me da alegría, puedo vivir con esto (temporalmente). Todavía no tengo fecha de vuelta (que paradójicamente ayuda: no puedo contar los días con palitos en la pared como en la cárcel y no pienso tanto en ellos). Quizás dentro de un par de semanas.

Cada dos mañanas posteo en lavozdelmaniqui y me divierte muchísimo. Pero necesito que me animen, estoy empezando y si no me anima nadie no sé si seguiré. Aunque sé que el arte es así. Es de minorías. Sé que tengo que tener paciencia. Normalmente la tengo. En Sevilla tengo menos que aquí. En Sevilla no tengo ninguna, vamos, soy una persona muy impaciente. Pero aquí he conseguido cambiar de mentalidad y me he puesto en una especie de standby mental. Alegrándome por cualquier pequeña cosa que vaya bien. Fijándome sólo en las cosas bonitas (que las hay), nunca en las feas. Me gusta este año, he tenido que cambiar radicalmente de mentalidad varias veces (Albania y esto sobre todo). Me gusta eso.
.



5 Comentarios

viernes, 26 de septiembre de 2008

 
Estoy en el aeropuerto, tomando una cerveza. Bueno, me quedan unos 3 ó 4 milílitros de la cerveza, un momento, ya, ya no estoy tomando una cerveza. Soy supermoderna, con un miniordenador y una conexión a internet en un palito con una luz. La persona más supermoderna de todo el aeropuerto quizás. Embarco (se supone) dentro de 20 minutos. Delante tengo la lista de destinos, hay 16 destinos en la pantalla y el destino donde menos quiero ir es el destino adonde voy. Se puede ir a Tenerife, a Barcelona, a París, a Santiago o a Venecia. O se puede ir a Liverpool. Y yo voy a Liverpool. Son casi las 9 de la noche. Me entró un gran agobio al llegar al aeropuerto, y esperando en el check-in andaba palante y patrás con una cara de oh qué horror y tenía una pinta de ser una persona que está pasando drogas y que normalmente no hace estas cosas que vaya vaya, como de persona nerviosa, pero no eran nervios, era agobio, era como que no quería ir a donde voy, que no conocía a nadie, que nadie me podía ayudar, y el check-in estaba todo muy oscuro, el aeropuerto está de obras y parece que todavía no han puesto las bombillas o algo así. Si pienso en todos los viajes que he hecho y con tanta ilusión, conociendo nuevos destinos, Tirana, Alghero, Funchal, y aquí estoy y me voy a Liverpool y voy a ver a mi madre en el hospital y mi madre está fatal. Y a lo mejor ni me mira cuando vaya a verla, y eso si encuentro el hospital, porque le han cambiado a otro. Pero entré en el bar, me pedí una cerveza y llamé a Pastora y llevo un rato charlando con ella de cosas buenas, otras cervezas, otras personas, otras alegrías y ya me siento mejor, aunque no me queda cerveza.

Y me he dado cuenta de que una cerveza en el aeropuerto (en este aeropuerto) (y esto no os lo váis a creer) vale más barato que en un bar, vale un euro con treinta y cinco céntimos. Eso es una cosa buena. Si no me emborracho es porque no quiero.

Y después me ha venido la idea de postear en el blog.

O sea que me siento mejor. Gracias. Están llamando mi vuelo.



2 Comentarios

lunes, 22 de septiembre de 2008

 
Pesadillas varias (para romper la monotonía de cervecitas y diversión, ya sabes).

Me iba de fin de semana con una amiga pero la amiga decide que no nos vamos de fin de semana y me siento bien colgá, porque yo me iría sola, pero no me quiero ir sola, y además dónde voy, y preocupaciones así. Tengo un disgusto.

Y no ayuda nada el hecho de que me ataque un insecto gigante, además me ataca dos veces, y me impide tomar el sol en mi propia terraza, que de repente pasa a ser la terraza del insecto gigante, hay que jorobarse. Era un insecto de estos que se parecen a los helicópteros, no sé cómo se llaman (y no voy a ponerme a buscar en los Google Imagenes para comprobarlo, qué asco), tipo Metamorfosis total, y que tienen una cara muy expresiva, muy visible, allí estaba, mirándome, el tío, yo veía perfectamente como me estaba observando, y vice versa. Pues primero estaba limpiando la terraza, con Metamorfosis allí parado, inmóvil, y limpio alrededor de él (pero dejando un margen como de dos metros en todas las direcciones, o sea que me quedaba muy poca terraza que podía limpiar). Así que muevo la tumbona para asustarle, así se irá, pienso, tonta de mí, y ¿qué hace Metamorfosis? Pues Metamorfosis sale disparado pero hacia mí y me da en todos los morros, eso es lo que pasa. Y pego unos gritos terribles (como los gritos de alarma anti-cucaracha, de antes, porque afortunadamente hace años que no veo una cucaracha en mi casa), y luego pienso, ¡cierra la boca, idiota, cierra la boca! porque si encima entra ahi, que es capaz, imagínate, y cierro el pico y me meto dentro de casa de un salto.

Después de unos cobardes intentos de espantarlo con un palo (pero yo detrás de la ventana, con la ventana cerrada, sólo sacando el brazo, no me digas que no soy ridícula), al cabo de un buen rato salgo a ver si se ha marchado. Con muchísimo cuidado abro la puerta de la terraza.... ¡¡¡y nada más poner un pie fuera lo tengo en los morros otra vez!!! Otro terrible griterío, cierro dando un ventanazo y tengo que reconocer que soy tan cobarde que ya no puedo tomar el sol, que todo el fin de semana está resultando ser una mierda.

Después de atacarme la segunda vez se fue, a atacar a otros vecinos seguramente, pero me pregunto porqué los humanos somos tan miedicas con los insectos (digo los humanos para escudarme detrás de ellos), huimos taquicárdicos cada vez que vemos un bicho de unos diez centímetros de largo (en este caso) (bueno, no es tan pequeño, ¿no?), o de cinco, o de dos, o de uno. El miedo es tan relativo, yo no tengo miedo de, pongamos un ejemplo, recorrer Albania sola, pero si me encuentro con una polilla o un gusanito bloqueandome el camino me quedo paralizada de terror. Bueno, son dos cosas diferentes (Albania y la polilla).

Luego el domingo me iba al Puerto con Catt y familia para un poco de playita pero tuve que renunciar entre truenos, relámpagos, diluvios y aludes de barro y tal. Vaya. Me apetecía un poco de playa. Es mi último fin de semana. El viernes vuelvo a la pesadilla de mi madre, que sigue muy enferma, incluso está peor (mi hermano se ha ocupado todo este tiempo, no le ha importado, y cuanto se lo agradezco). El viernes empieza el invierno para mí, el panorama no es nada positivo. Esta vez al menos tendremos internet. Voy un poco más preparada, pero no sé realmente qué me espera, será muy duro pero voy a intentar quejarme menos. Si consigo no preocuparme (y lo consigo, porque preocuparse no sirve para nada si no puedes cambiar nada, es mi teoría) conseguiré no quejarme, digo yo. Aunque estas cosas también son todas relativas.



2 Comentarios

lunes, 15 de septiembre de 2008

 
La Voz del Maniquí



Hoy empiezo un nuevo blog. He fotografiado cientos de maniquíes como estos durante años y ya es hora de que ellos tengan su propia página web, donde puedan enseñar sus caras y dar voz a sus pensamientos, por inconvenientes que sean.
.
Subiré uno cada dos días.

Hay maniquíes de España, Portugal, Italia, Francia, Inglaterra, la República Checa, Grecia y (cómo no) Albania.

Destrozados, orgullosos, abandonados, libres, tristes, enfadados, enamorados, hablan de muchas cosas.
.
.
¡Nos vemos allí!



2 Comentarios

miércoles, 10 de septiembre de 2008

 
Albania (y 5): Saranda

Ya es hora de dejar la casucha de cemento en el peñón de Himara, ¡qué pena! (noooo), y antes de las 9 de la mañana ya están llamando a la puerta para ayudarme a bajar al centro con mi equipaje. Yo pensaba que el porte consistiría en el padre de la familia llevándonos en su coche por la supuesta carretera, pero no: el porte consiste en que la chica coja mi maleta y que baje saltando de roca en roca con ella, increible, bueno, llegamos abajo y me deja al lado de un quiosco al principio del pueblo, aquí para el autobús, dice, vendrá sobre las 10, ¿quieres que espere contigo? ¿no?, ¡¡adios!!

Mi instinto, mi experiencia, mi intuición y mi Guía Bradt, todos me dicen que el autobús no sale de aquí, sino del otro lado del pueblo donde he visto que hay una esplanada con autobuses y una parada de autobuses, cosa que no hay aquí, aunque los del quiosco me confirman que sí, mujer de poca fé, que sí. Me siento sobre un murito a esperar, me queda casi una hora, ¿a qué me recuerda esto? No quiero terminar cogiendo un taxi a Saranda, la otra vez fue genial pero una vez es suficiente, recorrer media Albania en taxi no fue mi plan con este viaje.

A eso de las diez menos cuarto, una chica se sienta a mi lado y empieza a hablarme ánimadamente, oh, lo siento, s'kuptoj, no me entero de nada. Pero habla inglés también y me pregunta si el autobús para aquí... pues... ¡buena pregunta! No lo sé. Posiblemente. Y resulta que lo que me estaba hablando no era albanés sino griego, y que es una chica griega que también está viajando sola por Albania.... ¡somos dos! Increible pero cierto. Empezamos a intercambiar anécdotas de inmediato y a esto veo por el rabillo del ojo un 'furgon' o microbús que está parando un poco más allá, con pinta de no habernos visto, hostias, ¡pone Saranda! ¡¡¡Corrrreeeee!!! Nos arrojamos detrás de él, ¿Saranda?, ¡sí! quedan justamente dos plazas... nos vamos........

Lo primero interesante que pasa en el viaje es que unos diez minutos después de salir, un niño que va sentado a mi lado con su familia echa el pato. Pues genial, lo que faltaba, pero pobrecito el niño, con lo mal que se pasa... Paramos en el bar más próximo, tipo venta de carretera, para que se asee un poco el pobre niño, y el pobre furgon, y el pobre todo, vamos, y paramos en el castillo de Alí Pashá.

¿El castillo de Alí Pashá? Entonces esto es Porto Palermo... me doy la vuelta y veo que el bar donde se están metiendo la gente cubierta de vómitos es... ¡el restaurante de Tony! Si Albania es un pañuelo... Le explico a la otra viajera solitaria que yo soy la amiga de Tony, desde que nos conocimos en el autobús en Vlorë. Aunque ahora mismo no me parece el mejor momento para irrumpir en el restaurante apelando a mi amistad con el dueño... para otra vez será. (O no).
.
El resto del viaje transcurre alegremente, a veces las carreteras son muy buenas, a veces son muy malas, y cuando son malas son malas de verdad, a veces parece que rodamos por una cantera,
... y luego me doy cuenta de es porque es una cantera,

el paisaje también esta vez es espectacular,

playas lejanas, y si miras las playas un poco más de cerca ves los grupos de búnkeres,

Albania es única, pero ¿qué es esto?, ¿ya llegamos?

pues sí, ¡ya se ve Saranda! Qué leve ha sido el viaje esta vez, poco más de hora y media. Nos bajamos todos del autobús, la otra viajera solitaria se larga inmediatamente (que por algo es una viajera solitaria), y ahora estoy en la "estación de autobuses" de Saranda:
uuh, qué feo, además por aquí pululan mochileros y turistas, es otro ambiente, en seguida me doy cuenta de que Saranda es diferente, lo que le salva es el bar de la estación de autobuses. Es auténtico, ¿no es una maravilla?:

Y ahora ¿qué? Pues buscar el hotel, el Hotel Andon Lapa. Yo creo que sé más o menos dónde está (jajajajaajaaajaa, ya), y adivina qué, ¡aquí también tardo una hora en encontrarlo! No me ayuda el hecho de que es la última casa del pueblo, en el quinto pino, al lado de una gigantesca escombrera y no pone la palabra "Hotel". Ni nada, para identificarlo. Pero es un hotel, mi hotel, hotel bueno, con fabulosas vistas al mar, y lo más importante, sin cabras.

Me enseñan mi habitación. Bueno, me dejan fuera de mi habitación y se van corriendo, más bien dicho. ¿Por qué será? O-o-o-h, porque en este hotel hay 36 habitaciones, de las cuales 30 tienen fabulosas vistas al mar y 6 tienen vistas a los socavones, excavaciones y cascoteras con demoliciones y montones de desperdicios por donde yo he venido, y adivina a dónde da la mía, qué detalle más feo han tenido conmigo, pienso, y bajo inmediatamente a quejarme. Pues mira, no lo pueden arreglar ahora (la costa en agosto, ya sabes) pero ¡mañana sí! así que con la sonrisa restaurada me dedico a pasatiempos más agradables que deambular por obras de construcción:

Úf, menos mal que hay piscinas y cervezas y comida y sol, porque si no le cogería manía a Saranda rápidamente....

si está todo lleno de agujeros.....

y ¡qué agujeros! Había algunos que me habrían llegado casi hasta los hombros, si me hubiera metido, pero no me quise meter, porque después ¿cómo iba a salir? Además algunos estaban todos llenos de... objetos... y no daban ganas de meterse,
y por la noche imagínate qué peligro, menos mal que iba armada de mi linterna,

Pero después del primer día entre cascotes y polvo de ladrillos, la mañana siguiente ¡me cambian de habitación!

Y ¡este es mi balcón! (Bueno, en realidad mi balcón es sólo la parte de la silla, bastante más pequeño, pero esa vallita de ná se salta fácilmente y puedes corretear por toda la primera planta del hotel si tienes cuidado con no caerte),

esto ya es otra cosa, qué gusto...........
.
El hotel tiene su "playa particular", así que voy a investigar, pues sí, tiene una pequeña playa particular, muy particular, hasta tiene su propio búnker,

... en un rincón abandonado, todo rodeado de desechos. Pero la playa sigue, y el agua está estupenda,

y hay todo tipo de baretos y chiringuitos si los necesitas, también hay todo tipo de rocas y piedras, que son evitables tirándose en las tumbonas de la piscina del hotel, cuando consigues una. Y siempre hay cosas pasando en la playa, siempre hay algo que ver,

pero creo que hay riesgo de aburrirme, Saranda no es Albania, no sé qué es, pero no es Albania exactamente. Demasiado internacional o algo. Me doy unos paseos nocturnos,
que no están mal, esto de la foto de abajo sí que es una costumbre albanesa: a la gente (sobre todo a la gente mayor) le gusta sentarse en la calle y tomar el fresco, lo hacen muchísimo, por todas partes, por parejas y grupos,

Pues eso, tres días en Saranda son demasiados días. Me paso buena parte de ellos intentando conseguir un billete para un barco a Corfú para salir de allí. El puerto es totalmente caótico, recibo hasta piropos ("You are very beautiful!!!") (cosa que no se estila en Albania) (o seré yo, jeje), recibo toda clase de información disparatada, pero no recibo ningún billete para el barco (aunque el bar del puerto es una alegría). Otro de mis pasatiempos en Saranda es intentar postear en el blog, pregunto todos los días en el cíber local, y en otros, pero nunca hay internet (el tercer día sí, lo conseguí), también intento ir a Gjirokastra pero se me amontonan las dificultades (35º de calor y no hay autobuses, problemillas de ná), para otra vez será, al menos lo intenté. Pasa el tiempo, me dedico a pensar, comer y escribir el diario pero estoy planeando mi escape, aquí estoy mirando las islas griegas y planeando mi escape:

Sí, ya es hora de irse. Me ha encantado Albania, pero en ese momento me quiero ir. Quiero volver, pero me quiero ir. Estoy (estaba) contando las horas ya.
.
Y me fui. A Corfú, a Bari (quizás cuente algo sobre ellos) y a Madrid, donde salí de copas con Pepe. Alucinando con estar de vuelta en España.
.
Llegué a Albania muy bien informada, eso sí, eso lo iba notando un poco todos los días. Había leído mucho (muchos blogs, sobre todo) y sabía muy bien qué me podía esperar. Y aún así, Albania te sorprende todos los días. Te sorprende con las muchas cosas buenas que tiene - la comida, la gente maravillosa, lo surrealista que es, esa mezcla de alegría, trabajo y pasotismo que siempre te hace sonreir, los bares, los miles de bares, la cerveza Tirana, los paisajes, y ese ambiente que tiene de ser el último reducto de Europa donde no van -y no irán en mucho tiempo - las hordas turísticas (con la excepción de Saranda, más accesible desde el exterior, muy cerca de Grecia, pero Saranda me recordaba el Algarve en los primeros ochenta, y eso no es bueno. Demasiado inglés patata y demasiada construcción.) Económicamente, Albania necesita turismo. Ya lo tendrá, aunque no será pronto. La auténtica Albania la tenemos para rato.
.
En Albania he sentido muchas cosas. Diversión, cabreo, alucine, cariño, un cariño muy grande, algo así como un amor, un amor al país y a sus personas, risas, frustración (no hay cortinas de ducha), un amor al idioma también, es fascinante, aprendía, aunque sé muy poquito... he sentido muchas cosas. Pero no me he sentido sola en ningún momento. Me encanta viajar sola. Es absolutamente necesario viajar sola. Sobre todo a sitios como Albania.

Etiquetas: ,




3 Comentarios

viernes, 5 de septiembre de 2008

 
Albania (4): Himara

"El jefe de la policía", dice mi taxista Enver, la idea para que yo encuentre hotel parece ser buscar al jefe de la policía de Himara, "¿El jefe de la policía se ocupa de estas cosas?" pienso yo, pero nada me sorprende ya, todo en este país es surrealista. Ya estamos en Himara, un pueblo pequeño de bloques de pisos que ya están arruinados antes de terminar de construirse, y veo la magnitud del problema: no hay hoteles, en una vuelta en el taxi por el pueblo veo un total de dos hoteles, de dudosa pinta (aunque eso no me importa ya) con toallas de playa colgadas en todos los balcones, o sea llenos. No acabo de entender muy bien qué pinta el jefe de la policía en todo esto, hasta que nos lo encontramos por la calle. "¡Hombre, qué pasa!?" "¿Qué tal, tío"? "¡Muy bien, y a ti, ¿cómo te va, colega?" Ah... es que son amigos. Enver le expone mi problema y el jefe empieza a llamar por el móvil. "¡Hotel, s'ka problem!" me dice Enver. "¡Vamos a tomar una cerveza!"

Enver, el jefe de la policía y yo nos sentamos en la terraza de un cutrebar, en la planta baja de un bloque de pisos sin terminar. El jefe de policía no para de hacer gestiones con el móvil, ahora él llama, ahora le llaman a él... parece que conoce a todo el pueblo y que todos se están llamando entre ellos para ver quién puede encontrar una habitación libre. No tarda mucho en cerrar el negocio, s'ka problem, ya tenemos hotel, "cerca del puerto", ¡vámonos!
Por aquí no veo ningún hotel, bueno, no importa, yo me fío. Primero vamos al puerto, pone "POLICÍA, NO PASAR" y por allí pasamos (porque claro, vamos con un policía). Una muchacha joven baja de la montaña y nos saluda a todos, parece que ella nos va a llevar.

Pasamos por la parte de atrás del puerto, edificio triste todo rodeado de escombros y cascotes y mierdas,

y empezamos a subir la montaña, de piedra en piedra (aquí nos deja el jefe de policía, misión cumplida),

subimos, ya estamos viendo el mar desde arriba, hostias, y un búnker, a primera vista parece una roca pero no, es un búnker,

seguimos, menos mal (porque lo que me faltaba era tener que pasar la noche en un búnker),

pero ¿cómo puede haber un hotel por aquí? O esto es un atajo y el hotelito rural está al otro lado del bosque, o... no sé, esto es muy raro, menos mal que tengo mi ángel de la guarda Enver a mi lado acarreando mi equipaje y la chica me puede explicar alguna cosa en su inglés del colegio, aunque la verdad es que no entiendo mucho...
finalmente, el jardín,

y ... ¡una casucha de cemento con la bandera albanesa ondeando en el techo!

Me enseñan una habitación, me parece estupenda porque ahora mismo cualquier cosa que no sea un búnker me parecería estupenda, su madre aparece, me enseñan el salón, etc., me imagino que esto es la casa de la familia pero no, es todo para mí, una casucha de cemento para mí sola.

Úf, lo he conseguido... le doy dinero a todo el mundo, Enver se va, me da su número de teléfono (aunque no sé cuándo le voy a llamar, bueno, ya le pondré algún mensaje quizás, lleno de argot y abreviaturas en albanés, sk prblm, en un mundo perfecto sería capaz, en el mundo real... pues no), ahora ¿qué voy a hacer, sin Enver a mi lado? Iona (la chica) se muestra dispuesta a acompañarme a todos lados. Tengo que comer, pero le digo que creo que puedo bajar al pueblo sola. Vamos allá:

Bajo al pueblo, saltando de piedra en piedra, intentando no perderme en el bosque, y me como una de las mejores comidas de mi vida en una de las muchas terrazas que bordean la playa, es asombroso lo bien que se come en Albania, con ingredientes de primera y recetas albanesas, italianas, griegas y de todo. Tengo la cabeza como un bombo y ni me entra una cerveza, bebo agua (a veces pasa). Estoy cansadísima. Subo a dormir la siesta,

que ni puedo dormir porque estoy tan agotada y alucinada, y pendiente de que venga Iona para vaciar la lavadora y llevarme a la playa. Por suerte, nada más tumbarme aparece, vacía la lavadora pero no me lleva a la playa, le digo que no hace falta que me acompañe, puedo ir sola, creo que es un alivio para las dos, es muy simpática pero no sé de qué hablaría en la playa toda la tarde con ella, así puedo dormir tranquila (pero no puedo) (pero da igual), descanso,

(esto es el salón de la casa),

un poco más tarde bajo al pueblo para mironearlo e investigar y ver lo que hay (definitivamente no hay nada, es un espanto), y estar en la playa un ratito.

Pues eso, Himara es un pueblo de pocas calles, desmoronándose y construyéndose por partes iguales, sin infraestructuras, totalmente sin tocar por el turismo de fuera, pero sí con sus anuncios de Vodafone y su música de discoteca (pumba pumba) que emana a todo volumen de un chiringuito en la arena. Estos son los edificios que hay en primera línea de playa:

también estos:

Es muy surrealista. Hasta la playa es surrealista:

Y la zona, cuando te das un paseo, es extraña: una mezcla de casas abandonadas a pie de playa, otras despedazadas en algún motín histórico, antenas parabólicas, obras sin terminar, cimientos olvidados, hierros que salen del suelo, alguna construcción de lujo con paneles solares, bares, cientos de ellos, tienduchas, úy, ¡mira el jefe de policía!, nos saludamos efusivamente, yo voy por la calle y él está... en un bar tomando algo con los colegas...

Pero hay que ir con mucho cuidado, soy la cenicientas de Himara y no se me puede hacer de noche, voy munida de mi linterna por si acaso pero no me gustaría tener que subir por esa montaña por la noche, por lo visto hay otro acceso, una carretera o algo que debe de estar detrás de la casa de la familia, que está detrás de la mía, subiendo la montaña un poco más, pero no sé dónde está, debe de estar lejos y además ¿cómo la encuentro?, ¿cómo pregunto? Se me está yendo la luz, compro dos o tres cosillas en una tienda y subo enérgicamente por el peñasco, dejando el pueblo abajo con sus escombros y su pumba pumba,

De vuelta en la casucha, me siento un ratito en el patio escribiendo el diario hasta que se va la luz del todo y luego ceno pobremente, sentada en el sofá a la luz de la bombilla pelada del pasillo (porque la bombilla pelada del salón no funciona). El crepúsculo también trae otra cosa, oigo unos cencerros, ¿esto qué será?, cuando miro fuera alguien está trayendo cabras, que deja en el claro delante de mi jardín, allí están, rodeando mi casa, subiéndose a las rocas y diciendo beee beee, pues mira, algo de compañía tengo para mi (primera y) última noche en Himara (eso y el pumba pumba que se oye desde la playa y no me deja dormir.) Quiero salir de aquí. No pasa nada, mañana a primera hora salgo, Iona viene a recogerme y llevarme donde el autobús a las 9, mañana voy a Saranda y sólo puedo pensar en el buen hotel donde voy a ir, la normalidad, mañana, ¿sí?, sí, por favor.............

.

Etiquetas: ,




3 Comentarios



This page is powered by Blogger.