Espero que os gusten los posts largos. No os preocupéis: os daré unos días para leerlo, jejeje....
Voy a divagar sobre la Sevibici.
1. Sé que no se llama la Sevibici. Se llama la Sevici. Pero yo le llamo la Sevibici, porque me resulta más simpático. Las Sevibicis, o Sevicis, son unas bicis que sacas, y metes, y montas, y que puedes usar para ir en bici por Sevilla. Como su propio nombre sugiere.
2. La Sevibici te cambia la vida. Para bien o para mal. Cuando coges una Sevibici para ir a alguna parte, sabes a qué hora sales pero nunca sabes a qué hora vas a llegar, ni qué cosas te van a pasar en el camino. Pueden pasar cosas buenas o malas. Empiezo con las malas. Estas son algunas de las malas cosas que te pueden pasar:
1. No se puede sacar.
2. No se puede meter.
3. Parte de la Sevibici se cae al suelo, por ejemplo la cesta (acompañada de grandes carcajadas).
4. O te caes tú de la Sevibici (sííí, me ha pasado....) (menos carcajadas que con la cesta, aunque alguna sí). (No me pasó nada, aterricé sobre las, ejem, tetas, y reboté hasta encontrarme de nuevo sobre la Sevibici).
5. Tienes un pinchazo y no lo sabes (hasta después de cargar con una bolsa pesadísima hasta la estación de autobuses porque te vas de fin de semana) (y luego te pasas todo el fin de semana recuperándote del esfuerzo).
6. Te puede perseguir un perro rabioso por la calle intentando morderte, jajaja, jajaja, jajaja, ya sé que no debo reirme, pero es que ¡¡¡no me pasó a mí!!! Le pasó a mi amigo Dani.
7. También a mi amigo Dani se le saltó la cadena por los aires mientras navegaba entre grandes y peligrosos flujos de tráfico (se me congela la sonrisa en la cara.... menos mal que no le pasó nada...).
8. O por ejemplo puede pasar que la tarjeta de la Sevibici te la manden toda escrita en inglés y no entiendes ni papa, jajaja, jajaja, eso le pasó a mi amigo Marcos.
9. La Sevibici siempre tiene algún defecto. Por mucho que tu la inspecciones antes de cogerla, siempre hay algo que se te pase por alto. Que si los pedales, que si el sillín, que si los puños, que si el timbre, que si los neumáticos, que si los frenos, que si está agarrotada, o está floja la cesta, o que hace un ruido, o yo qué sé.
10. ¿Por qué desaparecen los puños? Hay una pandemia de puños desaparecidos, pero los que van en Sevibici ¿qué movimientos harán con la mano mientras montan, para que terminen cayéndose todos los puños? Desde luego hay gente pa tó...
11. Es taco dificil hacerse una foto cuando vas en Sevibici: (menos mal que si me caigo, reboto).
12. Al arrancar en los semáforos te picas con los coches, con los Porsches y eso, a ver si puedes ir más rápido que ellos, y al principio bien pero luego tú siempre pierdes.
13. Pero yo al principio no sabía ni cómo cambiar de marcha, ni sabía a quién preguntar (y no les iba a poner un e-mail), así que cuando quería cambiar de marcha... cambiaba de bicicleta... (pero ya sé, que conste!)
14. Y luego hay los choques, con personas, objetos y con otras Sevibicis, y nadie parece estar muy contento cuando chocas con él. Pero se va chocando menos con el tiempo, con la experiencia.
15. Y me daba miedo quedarme con la rueda atrapada en la vía del tranvía. Le pasó a mi madre, ella me lo contó, iba en bici con sus amigas y se le quedó la rueda atrapada en el raíl del tranvía y la pobre se cayó de la bici... y así conoció a su primer novio, que la recogió del suelo. Pues mira, me pasó a mí también el otro día, iba muy despacio pero había un coche y me forzó a la vía del tranvía... lo veía venir... y la bici se quedó parada en seco pero como iba muy despacio no me pasó nada, no me caí, sí me tuve que bajar precipitadamente pero no me caí (y tampoco conocí a mi primer novio).
16. O por ejemplo un día iba a salir de un semáforo y oigo bip biip biiip biiip (pero en plan agresivo), y resulta que es una enorme panda de moteros, una jauría de ángeles del infierno, vamos, y salimos todos del semáforo al mismo tiempo y yo en medio de todos ellos con mi Sevibici, bip biip, bip biip biiiip biiiiip biiiiip, pues oye, me sentí muy protegida.
17. Las Condiciones de Uso que tienes que aceptar antes de darte de alta son desternillantes, te prohiben toda una lista de cosas como por ejemplo salir de la provincia de Sevilla, alquilar la bici a terceros, a usarla para "cualquier uso anómalo o inapropiado" (pero eso ¿qué podría ser?, ¿para afilar cuchillos por ejemplo?, yendo por el barrio tocando una flautita), te prohiben "el desmontaje y/o manipulación total o parcial" de la Sevibici (vaya, con las ganas que tenía de saber cómo funcionaba por dentro), y a no conducirla "bajo los efectos de bebidas alcohólicas y estupefacientes" (apaga y vámonos, ya no me sirve..).
18. A veces (pero no es una cosa mala, es una cosa buena) haces amistades en los puestos de bicis, os ayudáis unos a otros, no cojas la 7, coge la 11, ¿cómo me doy de alta?, mira, es aquí, mucha suerte, adios!
19. No se puede ir por la acera viendo escaparates en la Sevibici. Es prácticamente imposible. No lo parece, pero lo es. Pruébalo.
20. Luego hay los comentarios que atraes, como por ejemplo "¡Idiota!" "¡Ten cuidado!" o incluso (y todo lo digo de experiencia) "¡¡¡¡Pibaaaa, que se te sube la falda!!!!!" (me encanta lo de 'piba', jaja) (y a gran velocidad se te sube la falda, es una ley natural).
21. O vas por la acera y de repente ves otra Sevibici que viene directo hacia ti y te asustas mucho... y luego resulta que es el reflejo de tu propia Sevibici en la puerta abierta de un local (las cosas que puede hacer una tonta sobre una bici, la lista es interminable...)
22. Las conversaciones en los puestos de bicis pueden dar de si (o no), hace no mucho estaba a punto de retirar una bici y viene un chico guapísimo a interesarse por mis intenciones, y la conversación es como sigue: ÉL: Hola.... ¿la vas a sacar? YO: Jeje, jiji, sí.. MI AMIGA Y YO (bajito para que no nos oyera): Qué guapo, qué guapo! Esa fue la conversación verdadera. Si yo hubiera sido un poco más graciosa/astuta/rápida de lo que soy, la conversación habría sido así: ÉL: Hola.... ¿la vas a sacar? YO: Si tú la vas a meter, sí! (Después me dijo mi amiga (porque yo no lo ví) que al darme la vuelta yo y liarme con la Sevibici, el guapo empezó a liarse también, pero con otro guapo... así que... bah... déjalo... no me convenía...)
Y que bueno, 22 puntos ya son suficientes, si has llegado hasta aquí ENHORABUENA... me callo ya, me voy... pero que conste que a pesar de todas estas cosas y muchas más, le recomiendo la Sevibici o la Sevici a cualquiera... ¡tú también puedes! (o ya lo haces, quizás..)
Los nervios, la espera, las caras de pocos amigos de ellas.... es horrible. Y luego llega la pistola de rayos láser, ¿llévame a tu líder? Hay un despliegue de luces y sonido y sale una columna de humo del temible arma, es como la Guerra de las Galaxias pero en la peluquería de mi barrio... ¿cuánto tardarán en exterminarme?
Pues dos horas y cuarto han tardado, exactamente. A las dos horas y cuarto me encuentro de nuevo en la calle. Cegada por el sol y corriendo calle abajo, esperando no encontrarme con nadie. Pasan unos entes con forma vagamente humana (ya te digo, estoy completamente deslumbrada), y parece que todos vuelven la cabeza para mirarme.
No es para tanto, ¿verdad? Tengo nuevo pelo. Extensiones en el pelo. Larguísimo, estilo hippie (me estoy viendo con dieciocho años, ya se me pasará, dice Mau), pelo natural, naturalmente, pero lo que le diré a la gente es que no es biológico, sino adoptado. Ya me estoy acostumbrando. Pensaba llevarlo algo menos exagerado, o sea un poco más corto, pero al verme con el pelo larguísimo se me fue todo a la porra y les dije que no me cortaran nada, nada, nada. Me encanta así. Ya me cansaré a lo mejor, pero ... es el sueño de una vida, así que hala, a acostumbrarme a enredos, dificultades y el cepillo del perro que tengo que llevar en el bolso, los extraños champús, redecillas y gorros de ducha, el peso muerto que llevas colgando cuando te lavas el pelo (duele!), lo complicado que resulta de repente ponerte y quitarte el chaleco y algunas cosillas más... Por el lado bueno: lo guapa que te ves, que te quite diez años de un plumazo, que te haga parecer más alta y más delgada, y que lo puedas usar de bufanda con este tiempo frío o para limpiar la mesa cuando te sientas en el bar (nooooo)...
Lo mejor son los comentarios de Chari, que me dice regularmente "¡estás muy guapa!", afianzando mi autoestima (mientras me enseña a cantar). Y eso es lo que quería, estar más guapa. Han sido unos días estresantes, y es un proceso caro, pero merece la pena. Sí.
Nos hemos quedado en un apartamento en el Príncipe Real, que cuando no había cortes de luz estaba muy bien,
Nos hemos tomado ginjinhas con ginjas dentro en la Cuesta de Santo Domingos y en Eduardinho,
He conseguido sentarme un buen rato a escribir en la Praça das Flores,
He hecho de bailarina en los probadores de las tiendas pijas,
Nos hemos tomado cervecitas en el bar panorámico de los Armazens Pollux,
He descubierto que el Bairro Alto es alto, Chari ha cantado en A Tasca do Chico,
He ido al supermercado (creo que la vida de unas es más glamurosa que la vida de otras, ejem...)
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Y para arreglar eso de la vida glamurosa, la semana que viene me voy a hacer un cambio de look ... importante. Me tiro a la piscina. ¿Qué me voy a hacer? Las fotos, aquí, dentro de unos días, espero...