1. Qué poco escribo en este blog, ¿verdad? Yo de ti dejaba de leerme. Me lo merezco. Prometo que todo eso cambiará.
2. Que eso sí, que todo lo que no escribo aquí, lo escribo en la calle, en los bares, en los parques y jardines públicos. En los bares sobre todo. Lo he convertido en una prioridad absoluta. Allí voy y allí me siento y me pido mi cerveza y me viene la inspiración lo mismo que me viene la cerveza. Estoy muy contenta. Estoy ahondando en la psicología de mi personaje, y ya se ha ligado a... (un momento que voy a contar)... a dieciséis. No está mal. Estoy depurando mi técnica. Siempre me sale bien. Sonrío mucho y a veces miro el vacío, no necesito de nada ni de nadie. Estoy como fuera de mí, volando por encima, accedo a otra parte de mi cerebro que antes me estaba vedada, algo así, no sé explicarlo. Ahora escribo completamente sin esfuerzo y siempre me sale bien. Pienso que esto lo estoy robando a otras partes de la mente, la memoria, por ejemplo, o el querer a los demás, pero allí está y tengo que aprovecharlo.
3. Que esto de ir tú sola a los bares y ponerte a llenar cuadernos tiene sus peligros, el otro día uno intentó ligarme. Pero como estoy en otro estado mental no me afectó demasiado, le mandé dulcemente a la porra y seguí escribiendo. Después sí me puse a pensarlo y pensé qué horror, llevaba un buen rato observándome, me parece hasta siniestro.
4. Otro día cuando iba a escribir a un bar me encontré con un amigo pero entendió perfectamente a lo que iba, nos tomamos una cerveza juntos y luego se fue a ver la tele (y las botellas, y la pared) mientras yo saqué el cuaderno y arrastré mi personaje por un affaire dudoso con un teleadicto que usaba calzoncillos comprados por su madre (le tiró el mando a distancia por la ventana y hala), después nos tomamos otras cervezas y se nos fue la hora y no llegamos a tiempo para ver a Mau en el teatro, que era a lo que habíamos venido, yo por un lado, él por otro, qué desastre (pero todo se arregló porque nos la encontramos en un bar, y otras varias cervezas y así).
5.
Así es mi vida, arrugada pero bella. Ese es mi cuaderno (si a veces me lo llevo a la cama y todo, no para escribir nada, sino por no apartarme de él).
6. Que fui a un concierto de fados en el Consulado de Portugal y estaba encargada de hacer unas fotos. Empecé a arrastrarme artísticamente por el suelo (cosa que hacen los fotógrafos, es normal) para conseguir una bonita imagen de unos guitarristas no tapados por un amplificador, teniendo mucho cuidado con mis posturas ya que llevaba una absurda minifalda de vuelo y tenía a todo el público detrás. Al rato, enfocando y desenfocando, veo un zapato, lo tengo casi en mis narices, miro a ver de quién es el zapato y me digo, Ostias, si es del Consul, qué vergüenza. Después de otro rato reptando por el suelo a los pies del Consul consigo hacer la foto que quería (al final no era para tanto, pero ya no me podía echar atrás), me levanto de cualquier manera para volver lo más rápidamente y lo más discretamente posible a mi asiento, y todo el auditorio me ve las bragas. Genial. Muy antiarrugas atómico. Qué vergüenza (II).
7. Que hoy tomando un café con Pastora y me he encontrado (en realidad él se ha encontrado conmigo) con un amigo muuuuuy antiguo, hace 16 años que no nos vemos, fue primero alumno luego vecino y siempre amigo, me ha hecho ilusión oye y espero que sigamos en contacto y que esa cervecita se materialice.
8. Que el 26 de diciembre me voy a Lisboa. (Chari-fados-paseos-maniquíes-ensayar-português-a outra face da lua-los potajes del príncipe real-sopas de legumes-escribir desde luego-y soñar-e imaginar).
Siento aporrearos la cabeza este post tan largo, bien podría haber escrito lo mismo pero a ritmo de un punto cada dos días, habría sido mejor para todos.
Pues he ido a sentarme a la sombra de la casita con flores en los balcones que tanto me inspira, para darle rienda suelta a la inspiración (ver post del otro día) y escribir tranquilamente mis cuentos y relatos, y me he encontrado con una máquina de estas que chupan toda la porquería de las alcantarillas y la echan a una tolva, o la esparcen por la acera, da igual, y mientras hacen eso también hacen un ruido de todos los demonios y echan una peste que pa qué.
Justo delante de la casita estaba anclada la bestia mecánica esta, o sea que ya no me veía allí sentada (en un imaginario banquito que iba a aparecer para la ocasión) garabateando feliz creando el hilo de mi relato y la psicología de mi personaje. Como que la casa ya no me inspiraba tanto, con eso delante no. Además la han pintado de un color de sangre de pollo coagulada que no me inspira mucho tampoco... así que... a seguir dando un paseo. Aquí el único destape va a ser el destape del alcantarillado.
Al final me he tenido que ir al barrio de al lado (porque la máquina se oía todo el barrio de San Bernardo, pero todo todo, en el barrio entero) y ha funcionado, me he sentado en dos banquitos diferentes y he escrito una escenita en cada banquito, luego he estado mirando por los buzones de unas casas en ruinas, luego me he metido en la Bodeguita Puente y me he tomado dos cervezas y he escrito tres o cuatro escenitas más, me iba la inspiración muchísimo, me sentía eufórica, como si estuviera volando, muy alegre y muy simpática, como generosa, regalaba las sillas desocupadas de mi mesa a otros más necesitados que yo con una cálida sonrisa y luego seguía escribiendo, creo que eran imágenes violentas, de personas desgraciadas, de personas utilizadoras y otras utilizadas, de mucha intensidad, con mucha alegría subyacente también, no sé explicarlo, alegría de la vida, jugaba con todas las palabras y en ese momento no necesitas nada ni a nadie, algunas palabras ganan y otras pierden pero todas están allí por algo, todas añaden algo, es puro placer. Sobre todo con una cerveza en la mano (en la mano izquierda, se entiende) y un bonito entorno y unas horas por delante si las quieres. No he vuelto a mirar lo que escribí porque quiero que sea una sorpresa un poco más adelante, quiero leerlo como si lo hubiera escrito otra persona, pero creo que me va a gustar. Tengo que hacer esto más.