TRAVESÍA SUPERCONJUNTADA DEL ALGARVE, PRIMERA PARTE.
.
Así que cogí y salí y me fui andando de Vila Real de Santo António a Tavira. Elegí un fin de semana (bueno, era de domingo a martes, justo al acabarse la semana santa), elegí unas cuantas cosas, el menos peso posible, al final llevé 2,8 kilos (agua aparte). Ya os contaré cómo conseguí llevar tan poco, pero es el producto de un estudio detallado de cómo podía reducir la cantidad y el peso de cada artículo que llevaba. Llevar el mínimo absoluto sin prescindir de nada. Vestida de negro con zapatos rosas y complementos de colorines (parece que voy a la Feria, no a cruzar el Algarve), pasé la primera noche en un hotel de Vila Real, muy bien situado porque estaba justo en la misma calle que tenía que coger para seguir cruzando el Algarve, o sea, la calle principal que luego se convierte en la N125 y se pierde entre árboles, urbanizaciones, asfalto y el horizonte, dirección Sagres. Pero vamos por partes...
Estaba como un perro cuando lo van a sacar a paseo, tenía TANTAS ganas de empezar…. tenía las piernas que se movían solas, dando saltitos, corriendo por la habitación. Y todavía no sabía si era capaz de andar 15 kilómetros del tirón: ¿me aburriría? ¿me cansaría? ¿tendría que coger un autobús? ¿Qué pasaría?
En el Hotel Apolo de Vila Real con todas mis pertenencias… al menos para este viaje…
Loca de ganas de empezar, saliendo del hotel. . Los primeros kilómetros eran todos de carril bici y acera, pero eso tenía que acabar en algún momento. Aquí acaba…
… y empieza el largo camino de ni fú ni fá, pero se anda bien sobre él. La carretera me encanta. Meto las narices en todas las casas abandonadas que encuentro, me siento libre y el tráfico me hace compañía. Los camioneros sobre todo. ¡Increíble pero cierto!
Un desvío a la playa de Altura, que no conocía. Altura no ha sido un gran descubrimiento, pero el concepto de hacer ‘la parada del Sumol’ sí que lo ha sido. . Y de nuevo en la carretera, pero ya en plan más rural. Aquí ya estoy cerca de Cacela-a-Velha, donde voy a pasar la noche.
Este es el hotel rural, o casa rural, donde me quedé: O Cantinho da Ria Formosa. Muy recomendable. Simpatía, tranquilidad, caballos y burros… Mira que cambiaron la hora del desayuno sólo para mí, para que saliera antes a mi viaje, y luego con la media hora que estuvimos charlando terminé saliendo a la misma hora que si no hubieran cambiado el desayuno, jajaa… pero fue tiempo bien gastado, oye!
.
En el camino de nuevo, saliendo de Cacela. Con agujetas, sí, pero no es grave. . Llego a Tavira, un poco eufórica con la música disco en el iPod y la alegría de llegar…con mis mapas especiales en papel que no pesa…
… y para completar los 15 kilómetros me voy directamente a la playa, donde como y me tomo una grandísima cerveza y me pongo el bikini y veo que ya he tomado el color de la arena, así que vamos bien….
.
… y nada, ya cojo el autobús para Sevilla y me da MUCHÍSIMA pena volver….
De hecho, la experiencia me ha gustado tanto que he decidido que ya no voy a cruzar el Algarve de arriba abajo, sino que voy a cruzarlo de Este a Oeste. Tiene que ser por etapas porque tardaré muchos días, pero me he enamorado de esta forma de viajar y ya me he dado cuenta de que no puedo parar hasta que llegue a Sagres. Así que sigo. Salgo mañana a la segunda etapa, o sea a ‘Superconjuntada II’, que será Tavira-Luz-Moncarapacho-Olhao-Faro-Praia de Faro. Es mi obsesión. Tengo TANTAS ganas….
Si mi hermano puede cruzar África andando en solitario (cosa que hizo, y escribió un libro genial sobre el tema), yo puedo cruzar el Algarve andando en solitaria, ¿no os parece? Ni lo voy a cruzar de izquierda a derecha, sino de arriba abajo, mucho más cortito. Me he buscado una ruta y calculo que lo puedo hacer en 5 días, andando no muchos kilómetros por día (ponle unos 15) y quedándome en todos los mejores hoteles para reponer fuerzas, jajajaa. Ah, y sin estúpidos gorros ni feísimos pantalones cortos combinados con cutres mochilas y absurdos cortes de pelo y horribles zapatos deportivos y etc. Yo quiero ir perfectamente conjuntada, sin llevar nada que me diera vergüenza ponérmelo para salir a dar un paseo por Sevilla, con poco peso pero sin prescindir de ningún objeto que necesite por razones de belleza o higiene. Y por supuestísimo iré sola. Ya sé que soy tan insoportable que nadie iría conmigo de todas formas, pero hacer mi travesía sola es muy importante para mí. También que sea una travesía, empezar en un lado de algo y salir por el otro, me gustan las metas, los propósitos. Igual de importante para mí es el ir por un camino que no exista previamente, o sea, no seguir ninguna ruta ya diseñada y apta para peregrinos, senderistas, grupos y demás, ir por donde me parezca bien a mí, al contrario de los demás si hace falta, y que no sea demasiado rural, bueno, en Portugal (que es mi país elegido para estas cosas, me encanta) eso es un poco inevitable, hay muchas zonas rurales (y bien bonitas son algunas de ellas), pero no quiero ir campo a través pisando cacas de vaca y luchando con enjambres de moscas y teniendo que vérmelas con ortigas y cosas así y sobre todo aburriéndome y perdiendo de vista la civilización. Me gusta la civilización. ¡Esto es casi un manifiesto ya! Pero he pensado en qué cosas me importan en un viaje, y esas son. Tengo una ruta y la tengo requeteestudiada ya, pero todavía no sé si soy capaz de hacerlo, y cuando lo haga si me va a gustar. Bueno, no sabía hasta el otro día, porque ya he empezado a entrenar en serio… he hecho mi primer viaje-entrenamiento…. pero en vez de hacer un solo post largo larguísimo que no va a leer nadie iré por partes. Mañana (¿mañana, sí?) seguiré escribiendo sobre el tema.
Por ahora, a modo de resumen, sólo diré lo siguiente:
. - Viva el viajar sola, sin nadie para decirte ‘¿pero cuánto vas a tardar?’ - Viva el ejercicio físico (con una buena cerveza cuando terminas, claro), - Viva el llevar poco peso, - Viva el inventar tu propio camino, y - Viva el ir perfectamente conjuntada.
!
.
Si esto es lo que hay al fin del camino, tanto mejor .