Fui a la cervecita de la gente que habla portugués. Pues sí, fui, allí estuve agarrada a mi cerveza toda rodeada de desconocidos, y desconocidos hablando portugués, encima, pero eran desconocidos muy agradables y por supuesto yo era de la gente que más ganas tenía de hablar portugués... así que mucho hablar, muy bien, me he encontrado a gusto. Pues resulta que ellos son una asociación cultural, hacen viajes, hacen cosas, hacen un concurso de relatos y yo me quiero presentar (cuando tenga alguna idea de con qué). No había ningún estudiante actual, eran antiguos alumnos de otros años, de los que ya han acabado, no había nadie de mi grupo. Pero seguramente me apunto y me hago de la asociación, parece que quieren ideas, quieren sangre nueva como se dice, y a mí me apetecería hacer cosas, organizar yo también alguna cosa, aunque sea en portugués, así que... me apuntaré seguramente.
También allí me pasó una cosa que yo considero horrible, bochornoso y propio de los años setenta, principalmente porque me veo con muy pocos reflejos y pienso que soy gilipollas, bueno, eso lo pienso siempre la mañana siguiente cuando salgo, es lo primero que pienso, pero os cuento qué me pasó. Tenía la muy mala suerte de ir a la barra a pedir yo mi cerveza sola, porque nadie más quería que yo pidiera para ellos, y fui, y pedí mi (tercera) cerveza. Allí estaba un señor mayor, que había visto antes hablando con la gente de portugués, por eso lo saludé, pensaba que sería un conocido de ellos o algo, aunque no era del grupo, estaba en la barra él solo. Pues me pido la cerveza y va el tío y dice que me quiere invitar a ella, y yo pues que me parece horrible eso porque significa que tengo que hablar con él, pero sin los reflejos de decirle que no y largarme, en vez de eso dije ah bueno o algo así y me ví obligada a hablar con él. Y cuando encima me doy cuenta de que es el más plomo y el más borracho de todos los señores, largando un rollo que un día estaba viendo una película y tomando un whisky y que si unas pastillas y que si otro whisky y no sé qué rollo más, y yo ya mortificada con la sonrisa congelada en la cara y pensando sácame de aquí alguien, pero qué puedo hacer, tampoco me puedo largar sin más si me invita a la cerveza, porque queda mal. Pero yo pienso, este tío lo que quiere es comprarme pagándome una cerveza, es como prostituirme por una cerveza, él paga por tenerme allí y yo estoy allí, pues eso es la prostitución ¿no? ¿Por qué me tengo que vender a un borracho por el precio de una cerveza, que no he querido que me pague ni siquiera? Así que a media cerveza no podía más y le dije adiós me voy y volví con la gente de portugués.
Y luego viene la otra cara mala de esto, que es cuando me voy. Me acerco a la barra a pagar mis dos cervezas, que no tres, porque el tío este me pagaba la última, ¿no? Y el camarero dice "¿y no eran tres?" y le digo que claro que eran tres pero que él ha visto lo que ha pasado, y digo, "y si he tenido que aguantar a ese tío tan pesado es porque me ha dicho que me invita a la cerveza, yo ¿qué podía hacer?" y luego me muero de vergüenza porque he dicho lo de "ese tío tan pesado" porque me salió del alma pero a lo mejor es amigo del camarero, y peor, está al lado y probablemente ha oído, o sea tierra trágame, en general. Pues estaba bastante cabreada con toda la situación, me ha estropeado un poco la noche, claro que le dije al camarero que me cobrara la cerveza, que es una tontería, pero algo se revuelve dentro de mí porque aguantar al tiopesado es una cosa, pero aguantarle gratis encima es otra, pero aguantarle por el precio de una cerveza es todavía más humillante, ¿no? qué barato, bueno, total, un estrés que quizás podría haber evitado (aún ofendiéndole) diciéndole desde el principio que no quería nada de eso, si hubiera tenido los reflejos para hacerlo.
Lo que no me pasa a mí..... estas cosas me parecen horrible porque si dices que sí pasas un montón de vergüenza y si dices que no también, porque te sientes culpable y todo.... menos mal que no pasa (casi) nunca, aunque hay amigas que están leyendo esto que saben que sí pasa a veces....
Bueno, ahora me puedo reír, mira, me estoy riendo, jejeje, jejeje....