En mi diario papel (a no confundir con mi diario virtual o digital o magnético o electrónico - ouch - ), encuentro una crónica alternativa de mi día y medio pasado en Ayamonte, no sé muy bien en qué momento lo escribí, creo que por cachitos, son apuntes para un posible post, o no, que luego olvidé convenientemente porque no quería resultar ofensiva e ingrata a mi hermana, supongo, pero bah, no creo que sean ofensivos, son más bien surrealistas:
- ¿dónde está mi antebrazo izquierdo? ¡Ah! la dobermann quiere jugar.
- nos tomamos una tapa, la tapa del wáter
- Carmen se arranca por bulerías, ahora toca la trompeta
Nada más. También he encontrado lo siguiente:
- 2 años de cárcel por leer el diario secreto de alguien
(soy lo peor cuando sé que nadie me mira) y
- si tuviera hijos los tendría en una granja, allí podrían picotear libremente y pelearse entre ellos.
Inconexo, incorrecto, irreal, independiente, irrealizable, inextricable, siempre, siempre que tú quieres. Por eso me gusta escribir un diario. Y siempre lo haré.