Holas, hoy estoy contenta porque después de contar mis problemas he recibido comentarios y mails de apoyo (y mañana les voy a contestar a todos) y ahora la única depresión que hay aquí la que está en el sofá debajo de donde pongo el culo tantas horas cada día.
Esta noche voy a ver la danza en el Alcázar, voy invitada, pero no en calidad de VIP ni nada de eso, me ha dado Pastora su entrada porque se va al Festival de Blues de San Fernando con Antonio que ha venido hoy desde Portugal. Qué movida, qué de eventos culturales. Anoche por primera vez en la historia no hubo jueves cultural, porque no encontraba nada que hacer y nadie me llamaba y están casi todos fuera. Al final sí hubo un cierto interés pero ya era tarde y no me apetecía. Pero vino Pastorinha a Los Remedios City y nos tomamos 3 cervezas en La Peseta. Mucho mejor. Y al lado de mi casa.
No puedo evitar mirar las estadísticas de mi página cuatro o cinco veces al día (ya se me pasará) y veo varias cosas, veo que el visitante de Chipre ¡ha vuelto!, sí, ha vuelto dos veces, ¡Hola visitante de Chipre!, si me pones un comentario podemos hablar de la historia, la cultura o la gastronomía de Chipre, o de cualquier otro aspecto, porque tengo folletos sobre Chipre como suficientes para hundir un barco. Y veo que siguen entrando las masas ávidas de saber cosas sobre tangas, y veo una correlación, que cuanto más hablo de bragas y cosas de esas, más gente entra, y veo que es mi deber subir el nivel cultural de la nación (bueno, del mundo entero, podría decir modestamente) con mis escritos, así que voy a contar un par de anécdotas sobre dichas prendas.
1) Salamanca, noche de verano, hace ... unos años. Salgo por los bares con algunos amigos. Todos los amigos se van a sus casas menos un chico que no conozco mucho pero que parece dispuesto a seguir de cervecitas conmigo. Es un chico de buen ver, elegante, camisas de diseño. Estamos por la calle entre bar y bar y me doy cuenta de que ha cedido el elástico de mis bragas, indudablemente, se me están cayendo las bragas. Podría haber metido las manos en los bolsillos, o haber ocultado mis aprietos bajo unas faldas largas, pero se da la circunstancia que llevo un vestido muy corto, abierto y sin bolsillos. Después de miles de retorcimientos inútiles me doy por vencida y le tengo que explicar lo que me está pasando. Y al final, mucho jajaja y mucho jijiji pero nadie se aprovechó de la situación (ya he dicho que con estas anécdotas mi idea es de subir el nivel cultural y moral de mis lectores).
2) Sevilla, noche de verano, hace .... unos años. Estoy en plena onda expresiva-artística y trabajando en un gran proyecto fotográfico, me hago una foto todos los días. Es el día 31 de julio y estoy muerta de calor, y me digo, hoy me voy a hacer la foto en la nevera, abro la nevera, saco la comida y me meto yo, y me hago la foto así porque eso diría mucho sobre como se vive el verano en Sevilla. Pues saco la comida de la nevera, y saco las estanterías, y me siento dentro, alegremente, sobre la estantería de cristal y se rompe el cristal con mi peso y me caigo al compartimento de verduras y es (creo) el único día de mi vida que me he puesto una falda corta y un tanga .... sufrí múltiples cortes en el culo, menos mal que no fue nada grave y no tuve que ir al médico, a ver cómo le hubiera explicado qué había hecho para quedar .... así .... y a ver quién me creería .... Pero la prueba la tengo aquí. ¡La foto! ¡Aquí en este blog no se cuentan nunca mentiras! ¡100% verdad, ni más ni menos!