Ohú no pensaba ponerme aSÍ. Aunque no sé qué me pasa últimamente, si no salgo de lunes a domingo inclusive pienso que salgo poco o algo. Y yo iba bien, porque me iba a tomar pocas cervezas e irme, no tenía muchas ganas de beber ni siquiera. Pero luego llegó la Tequila y ... No la había probado antes, había visto a otros beberla pero nunca se me había ocurrido hacerlo yo. No repetiré la experiencia. Hombre, para estar muy bien y en un punto estupendo de semi-borrachera super-placentera y guay y pasar de allí en un solo momento a tener un punto superagresivo e insultar a todo el mundo? Normalmente me callo la boca en situaciones así. Me callo la boca o digo lo que pienso de manera irónica o suave y no pasa nada. No, normalmente me callo. O normalmente no me hacen caso, no sé. Debería acordarme de que todo el mundo había tomado lo mismo que yo. Pero desde detrás de los barrotes de la cárcel privada que forman mis pestañas cuando cierro los ojos a medias, me parece que sólo estoy borracha yo. Hacía la mar de tiempo que no había estado tan mal. Antes era casi obligado cada vez que salía, en la época que siempre me quedaba yo hasta la última de los últimos. Qué tenacidad, qué consistencia, era como si todo dependiera de seguir pasándomelo bien en ese momento, era con diferencia lo más importante en mi vida. Bueno, no pasa nada, no ha pasado nada, no, aunque hoy como que me está calando lo que me pasó el otro día. Cuando un tío te salta encima en la noche oscura y sólo experimentas rabia .... no sé. El miedo viene después, pero yo me sigo negando a sentirlo. Y sí lo siento, ahora cuando oigo pasos detrás mía, en cualquier momento, no sólo cuando es lógico sentirlo. Y me niego, me niego a sentir miedo. Me niego a perder mi libertad. Sólo quiero sentir rabia, y ahora me encuentro con que me siento agresiva, hay como una agresividad en mí que antes no estaba. Como que todos los problemas que he tenido últimamente se me ponen delante y sólo quiero terminar con ellos pegándoles un tremendo puñetazo en sus narices e insultándoles a todos. Y qué pocas veces me he sentido así. La agresividad simplemente no es parte de mí, todos lo dirían, que soy una persona pacífica, hasta dulce, sí, yo creo que dirían que soy una persona dulce. Ni tengo enemigos. He tenido muy pocos episodios agresivos o de enfado activo en mi vida. Y esto pues no me gusta demasiado, como te puedes imaginar. Espero que no dure mucho. Bueno, cogí un taxi (sí, bien hecho, lo sé) (pero que conste que lo cogí por cansancio no por miedo) y me llegué a casa y alineé mis tres vasos de agua en la mesa (que es lo que hago para evitar la resaca, y ¡funciona!) (bueno, se entiende que hay que beberlos, no sólo alinearlos, claro). Y puse la tele para un poco de esparcimiento mientras, y salió un programa interesantísimo sobre la hambruna de 1840 en Irlanda. Y yo estaba como requetedecaída en el sofá y es que ni podía beber los vasos de agua, los miraba pero no podía hacer nada. Y el programa este era interesantísimo y me daba mucho coraje porque se me cerraban los ojos y me quedaba dormida una y otra vez, y era precioso el programa con música irlandesa y todos padeciendo la hambruna, y yo me lo estaba perdiendo. Y no sé qué pasó, debí quedarme dormida un buen rato pero sin darme cuenta entre vaso de agua y vaso de agua porque de repente seguía viendo los irlandeses estos, pero pensaba qué suave el acento irlandés que tienen, y cuánta nieve hay en irlanda, pero estaba tan mal que tardé por lo menos 20 minutos en darme cuenta de que se había terminado el programa de la hambruna y estaba viendo una película americana sobre un asesinato en Alaska. Ohú pensé y me acosté, pero estaba mal mal mal, como que no te puedes ni mover, o sea que tú no te mueves pero todo lo demás sí. Qué cosa más horrible. Y gracias a mis tres vasos de agua no he tenido resaca. 4 cervezas y una tequila, para estar así. Nunca mais. Las 4 cervezas me las tomaré pero de aquí en adelante prescindiré de la tequila. Toda la vida. Seré una tequilabstemia.