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domingo, julio 31

 
Cogí un autobús,

cualquier autobús, y subí y subí y subí, y aquello era mareante y conducen como locos por la montaña, y subí hasta el barrio de Jamboto, y en el barrio de Jamboto pues la verdad que no había mucho, pero había este bar,

y pude recuperarme de mi mareo con un sumol de ananás y um pastel de nata, que milagrosamente no devolví durante la bajada, se quedó en mi estómago. Un barrio donde viven en las nubes,

y después otro día había pensado cruzar la isla para ver las famosas casuchas de Santana, pero si me mareo tanto subiendo a un barrio de Funchal ¿qué me va a pasar si cruzo la isla entera?, no, no gracias, me voy de excursión a otro sitio.
Y desgraciadamente elegí un pueblo cercano, costero ... y horrible, y triste, y sin ná, miren la playa de ese pueblo,

Câmara de Lobos, lo único así bonito que tenía era esto

no, yo no, los barquitos y tal, pero miren la expresión en mi cara,

miren la expresión en mis pies, era decepcionante. Aquel pueblo estaba todo lleno de hombres tocándose las bolas (en el buen sentido de la palabra, claro) y me impactó, aquí están:

y aquí:

y aquí, una calle llena de ellos:

veo desempleo, veo pescadores en paro, y las mujeres de ese pueblo, ¿dónde están?
.



jueves, julio 28

 
Madeira, Funchal, mis paseos,

mis vistas,

una maravillosa playa (de piedras, claro),

puedes comer o cenar aquí

o aquí

o tomarte una cerveza aquí

aunque mi bar favorito era este, en mi barrio estaba,

la cerveza nacional es la Coral, en general ni fú ni fá pero es bastante fuerte, con tres corales empiezas a alucinar con las formas de las hojas en los árboles estilo tripi y querer perder el avión de vuelta y cosas así.

esta foto no podía faltar, jajaja pero no es la famosa casucha madeirense que siempre sale en todos lados, es una copia pequeñita de paripé que hay en el jardín botánico,

esto que parece sacado de la revista Casa es el jardín botánico, bueno, todo menos mi muslo derecho parece sacado de la revista Casa. Y eso sí, que no pienso sacar la foto que me hice en bikini en la terraza del hotel porque me parezco al Schwarzenegger y no quiero deslucir mi bonito reportaje.

Más, próximamente.
.



viernes, julio 22

 
Increible. Impresionante. Espectacular.

El hotel es perfecto. Comodísimo, supercéntrico y desde mi ventana se ve todo Funchal.

Hace un solito con nubecitas blancas todo el tiempo. Hace brisa, brisita de mar. Es Portugal, es totalmente Portugal, y la gente te habla en portugués.

Es barato, dificilmente puedes gastar más de 8 euros en un restaurante (por lo menos en los de mi barrio).

Y lo mejor es que no me funciona la tarjeta de internet aquí y no puedo trabajar. Ja, ja, ja. Así que vacaciones total. Pasear y mucho pasear, cuesta arriba, y luego cuesta abajo. Es genial.

Tomo el sol, en distintos sitios. Hay una playa en todo el centro también. Es la peor playa que he visto en mi vida. Es como la superficie de la luna, la única diferencia es que la luna no está llena de colillas. Pero es una playa, vaya.

El vuelo ha sido alucinante, he visto todo el Algarve desde el aire, he visto el edificio donde yo trabajaba. Y es verdad que la entrada en el aeropuerto de Funchal te corta la respiración, estás volando por encima de los edificios, y de repente estás encima del mar con un acantilado delante de los morros del avión y cuando se mete justo por encima del acantilado y aterriza es verdad que tienes ganas de aplaudir.

Lo malo de no tener internet en mi ordenador es que tengo que venir a un cíber y de momento no puedo postear las superfotos que he hecho (he eliminado las que salgo como un cacho de manteca derritiéndose en el asfalto con una mueca horrible y en cuanto encuentre un sitio que me deje, postearé las que se ve la maravilla que es esto).

Podría seguir mucho tiempo, podría hablar de los desayunos, las conversaciones, el contraste entre donde estoy yo y donde está toda la otra gente que venía en el vuelo, pero lo dejaré para ?manhana?

Un beso desde la ciudad más espectacular de Portugal.
.



miércoles, julio 20

 
Noooo.......

Que no......

Que noooo....

Que no puedo...

¡¡¡¡QUE NO PUEDO CERRAR LA MALETA!!!!!
.



domingo, julio 17

 
Dentro de tres días (pasado mañana cuando leas esto), me voy por el morro a la isla de Madeira, una semana.

Me voy a este hotel:



Sí, esa seré yo, esa que está tan lánguidamente tendida el la tumbona con los pies donde tiene que estar la cabeza, la que ha mangado la toalla del hotel para ponerse encima. El joven borrachín que tengo a mi lado (y mi copa ¿dónde está?) no sé quién es todavía, pero ya os contaré.

He buscado el hotel dónde voy en internet, y hay dos "ratings" o evaluaciones de gente que ha pasado sus vacaciones allí. Tienen que ponerle un título, y las opiniones se llaman respectivamente "Perfecto" y "Una mierda". No sé cuál creerme, y me tranquiliza más el primero, pero el que se llama "una mierda" es mucho más divertido, todo lleno de prejucios absurdos y faltas de ortografía. Una de sus quejas más amargas es que en el restaurante uno de los camareros lleva peluca, bueno, yo no veo el problema con eso, al menos que la peluca se caiga en la sopa, claro.

He elegido el Hotel Orquídea porque era el único que estaba en el centro de Funchal, porque quiero estar en la ciudad y ver la ciudad, y estar en un complejo hotelero en el quinto pino como que no mola. Llevaré ordenador e internet (sí, a ver si funciona), total, que tengo intención de trabajar un poco (muy poco) porque en realidad no estamos de vacaciones todavía y yo me escapo por el morro totalmente, y postearé mucho para contaros mis aventuras. Allí las actividades que se estilan son el canyoning, el buceo y toda clase de deportes de riesgo que yo no haría ni loca, pero quizás encuentre algo para mí, como por ejemplo montar a caballo o mejor a burrito, más manso, más seguro. Se lo he dicho a Catt y me ha dado un consejo, que si monto a caballo que no se me ocurra ponerme un tanga, que una amiga suya tuvo una mala experiencia una vez, y no quiere que me pase eso a mí.

Pues eso, que tengo muchísimas ganas de emprender el viaje, y postearé mucho desde allí.



miércoles, julio 13

 
Voy y me pruebo una camiseta, y me va bien la camiseta, y me la compro.

Y me llego a casa y me dispongo a ponerme la camiseta, y veo la etiqueta, y oh Dios qué es esto, es de la marca FAT BEAUTY COLLECTION.

Pues muchas gracias, me siento estupenda.


.



lunes, julio 11

 
Viajar, ¿por qué viajamos?

Viajamos para sentir emociones fuertes, ataques de pánico por ejemplo pensando que podríamos perder el avión, o el bus del aeropuerto, sin ir más lejos.

Viajamos para escaparnos del aburrimiento, o sea, para aburrirnos igual, pero en otra parte.

Viajamos para ponernos la misma ropa que nos ponemos cuando estamos en casa, sólo que completamente arrugada, por haberla llevado en una maleta.

Viajamos para disfrutar del tiempo libre, para olvidarnos de las prisas. Y si tenemos tanto tiempo libre y tan pocas prisas, ¿por qué nos enfadamos cuando el camarero tarda 20 minutos en traernos la cerveza y la lista de tapas? No lo sé. Supongo que porque tenemos hambre y sed, igual que en casa.

Viajamos siempre con una maleta demasiado pequeña.

Viajamos para hacer cosas que no hacemos nunca. Como entrar en iglesias siendo ateo, visitar acuarios, utilizar un jabón pequeñísimo, comer en un McDonalds, pagar 12 euros por un puñadito de almejas, ponernos extraños gorritos.

Viajamos para llorar en un rincón. Viajamos para decir qué bien y pensar qué mal. Viajamos para que nuestra pareja se estrese y nos mande a la mierda. Viajamos para ver una subtelevisión flotando incomprensiblemente a treinta centímetros del techo de la habitación. Viajamos para dejar nuestros zapatos fuera en el poyete de ventana. Viajamos porque hemos descubierto que no somos felices en casa. Hasta que volvemos a ella.

Viajamos porque es juliagosto, porque es verano.

A veces yo tampoco viajaría conmigo. Pero otras veces sí, vaya.

Tú ¿por qué viajas?
.




lunes, julio 4

 
Llego al bar del Manué, y el Manué me recibe de la siguiente manera, sin holas ni nada (puede que hayan pasado algunos años desde que lo veo, vale, pero me ha parecido original): JODER. PERO ¿COMO TE CONSERVAS? ¿EN FORMOL? (Además lo dice él, que jamás en su vida ha aparentado más de veinticinco años y jamás los aparentará).

Es la una de la tarde. Está Chema, y al rato llegan al Ajo Blanco Olga y todos los demás, y todos comemos y bebemos vorazmente, es como un jueves cultural, pero de día. No nos movemos de allí en exactamente cinco horas y media, comiendo cada vez más y bebiendo cada vez más.

Chema y yo somos el Club de Fans de Triana, cantamos el repertorio entero de las canciones de Triana, haciendo un ruido terrible, con solos de batería y arreglos de percusión y de guitarras eléctricas incluidos. Podéis imaginar la escena. No conseguimos más adeptos para el fan club, pero tampoco nos echan.

A las seis y media vamos "palalameda". Pero antes de llegar alalameda topamos con la exposición de Don Quijote en el Convento de Santa Inés y la borrachera y el calor nos impelen a entrar. Somos siete borrachos. Siete borrachos son muchos borrachos en una exposición en un convento. Y resulta que encima hay una visita guiada de la exposición e insisten en que nos juntemos a ella. Intentamos esquivarnos pero el guía viene corriendo hacía nosotros con larguísimos rollos que los puntos de vista han evolucionado muchísimo a lo largo de la historia y que porqué no nos juntamos y total, los siete borrachos nos acoplamos a la visita guiada, aportando viento fresco con nuestras alegres teorías como que el Quijote se parece al hombre de Michelín y cosas así. Y al irnos yo me sentía talmente inspirada que hice un dibujo del Quijote y de Sancho Panza y se lo regalé al guía, dedicado y todo. Me gusta eso, yo me gusto cuando hago cosas así. Ahora que ya no estoy borracha no sé cómo me parecería el dibujo, pero bueno, algo de arte tendría (el arte está en el poder dibujar con tal cogorza encima, ¿no?).

Bueno, todos pa fuera. Dos cafés con hielo en el Habanilla (o dos cubatas, según quién). Después no sé muy bien por qué pero nos fuimos todos a Triana, al bar del Cachorro, y como Chema y yo llegamos antes era una buena excusa para aporrear los oídos de todos con más hermosos números de rock andaluz. El siguiente paso fue un botellón de todos los siete en una plaza cercana (¿nos echarían del bar? me pregunto) seguido por tapas y cervezas en otro bar, oh Diós, ya me sentía mal y me tuvieron que echar agua y hielos por todos los intersticios del vestido. Me sentí tan refrescada que me volví a casa ... ¡andando! (pero con una pinta de haberme revolcado en una fuente pública, eso sí).

Y los otros seis magníficos se fueron a coger el último autobús. Definitivamente hay peores maneras de pasar un sábado.
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viernes, julio 1

 
Treinta de junio, uno de julio, son épocas del año en que se hacen ciertas cosas, declaraciones por ejemplo, no de amor, sino de la renta.

A mí no me importa hacerla, pongo manos a la obra alegremente, y nunca por programas informáticos ni programas padre, siempre a boli, porque así me parece que controlo más. Creo que la hago un poco a mi manera, pero que tire la primera piedra el que no la haya entregado alguna vez el día 30 de junio a la una de la tarde todo lleno de tippex. Bueno, lo que más me gusta es que me organice tan bien que buscando por mis antiguas declaraciones y formularios encuentre uno que tiene un post-it pegado que pone "CREO QUE HAY UNA METEDURA DE PATA EN LA CASILLA 84". Ay ay ay. Y yo que soy la asesora fiscal de mi ex......

La otra cosa que se hacen por estas fechas son los viajecitos (aquí tenéis una imagen del último que he hecho, a Conil con Pastora, como véis en el alojamiento donde estábamos no faltaba de nada):



pero como yo tengo una especie de desesperación por viajar y quitarme de en medio y dejar de pensar en lo horrible que es todo, me voy a la isla de Madeira (pero yo solita esta vez) el día 20 de julio. Sí, me voy a Madeira. Me voy a Madeira.
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