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jueves, marzo 31

 
Otro día de siesta, sol, sonrisas, semi-trabajo y sueños. ¡Que siga, que siga!
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miércoles, marzo 30

 
Hoy sol, siesta, sevillanas, servezas y sólo trabajar por la mañana.

A ver cuánto dura, a ver cuánto dura ...
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sábado, marzo 26

 
Hola, soy la vista que se ve desde la terraza de Pau y hoy tengo este aspecto:




porque hoy me sentía mitad Moscú guerra fría y mitad suburbios Madrid años 60 y Pau me ha hecho una foto con una cámara que ha hecho con una caja de galletas octagonal y yo me he colado en la foto tal como soy o como estoy pero la gente no me suele ver así porque yo no quiero.

Y un poco más tarde me sentía un poco E.T. y justo en ese momento ella me ha hecho otra foto con una cacerola Made in China.



Creo que me voy a aficionar a esto.
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miércoles, marzo 23

 
Vamos a ver, esto de la Semana Santa hay que hacerlo bien, si es que lo haces, y Tía Maruja y yo hemos tenido dos sillas en primera fila, justo en la puerta de la catedral, invitadas por una amiga suya, genial. He ido por la experiencia, y ha sido interestantísimo, yo no sé nada de los asuntos estos, no controlo, yo sé que la puerta donde se meten los pasos se llama de San Miguel, como la cerveza, yo sé que las cruces se suben y se bajan para poder caber por la puerta, y sé que los que llevan un par de calzoncillos en la cabeza son los costaleros, pero no sé mucho más, no distingo los dolores de las angustias y los penitentes me dan miedo, y los nazarenos también, bueno, y los que tocan los tambores, y los que llevan la gasolina, y todos en general.



Pero oh, qué cerca estábamos, qué buenas vistas, tan de cerca la semana santa es im-pre-sio-nante, teníamos todo justamente en las narices. Yo hacía grandes esfuerzos para que no se viera mi condición de atea, seguramente la única en toda la multitud, iba yo más arreglada que el paso y con más perifollos, y con demasiado escote, me tapaba con mi supermantón, no fuera a provocar un accidente como el del otro día, ah, y volvió a pasar, pero esta vez con una palmera.

Hay una tradición muy curiosa que es la de la bola de cera que hacen los niños, no sabía nada de esa costumbre (lógico, ya que no sé casi nada de la semana santa), los niños (por lo menos los que están en primera fila en la puerta de la catedral) llevan cada uno una bola de cera que ellos mismos han ido acumulando en otras semanas santas y van increpando e importunando a cada nazareno que pasa, para que les deje caer un poco de cera de su vela, algunos están molestos pero otros se dejan hacer, y cuando lo hacen el espectáculo es bonito:



(es que bueno, intento meter un poco de cultura en este blog, ¿no? no vaya a ser todo guarrindonguerías incultas).

Pero como no puedo evitarlo tampoco, también meto un poco de lo otro, es que mirad qué cerca pasaba el paso, pasaba ... ¡rozando!



(que ya sé que tengo que comportarme, que ya lo sé...)
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domingo, marzo 20

 
Me parece que voy a volver al arte. Me parece que voy a ser fotógrafa, de nuevo. Me parece que no voy a hacer ni una foto normal. Me parece que voy a hacer cámaras, cámaras de cualquier sustancia, de pelotas, impresoras y zapatos, de objetos indefinidos de un todo a cien. Me parece que voy a poner en funcionamiento La Patata,



hecha de tres botes de carretes fotográficos, y usa película, usa una película entera. Me parece que voy a tomar un día entero a la semana para hacer estas cosas. Y será un lunes o un martes, nunca un domingo ni un sábado. Me parece que voy a trabajar menos, ganar menos, ser más feliz. Me parece que sí, de verdad, me parece que sí.

Gracias Matthias y Katrin, la exposición es preciosa y es TAN bueno volver a encontrar a antiguos amigos, y gracias Catt, ya sé que te aporreé la cabeza en la crepería durante una hora con mis dudas existenciales, pero tú me has escuchado, me has dado ideas, y mis ideas también te han gustado. Traducir planes de gestión y procedimientos técnicos durante nueve horas a contrarreloj todos los días nunca más, por mucho que me guste. Crear cosas en el cuarto oscuro a ritmo de tecno y tinto de verano con perfume de fijador (que me encanta) sí. Y exposiciones. Y alguna ponencia, si sale la oportunidad. Y charlar, con gente, con otros como yo. Y salir de esto. Sí.
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lunes, marzo 14

 
Se acerca la Semana Santa, caramba, y Pastora y yo hemos tenido la oportunidad de presenciar una santa erección de magníficas proporciones a la salida de la Iglesia de Santa Ana en la Plaza de Triana. Era sábado noche y hacíamos las cosas que se hacen normalmente los sábados noche, o sea que estábamos buscando un garito para tomarnos una cerveza, y nos tropezamos con el insólito espectáculo de un paso de semana santa en prácticas con su cruz de cinco metros de altura aunque sin Cristo clavado, saliendo por la puerta de la iglesia acarreado por una cuarentena de sudorosos costaleros. La cosa es que la cruz estaba como medio tumbada sobre el paso para no chocar con la parte de arriba de la puerta, y fue al llegar a la calle y cuando los costaleros dejaron el paso en el suelo que se produjo el milagro: poco a poco, cachito a cachito, la cruz empieza a empinarse, hasta llegar a toda su espléndida derechura en unos treinta segundos o así. Yo estaba con los ojos como platos, porque sé que tamaño prodigio no se ofrece todos los días, no señor, es que ni el mismísimo Juan Pablo II, vamos, bueno, ya lo creo. Pastora parecía más acostumbrada a estos fenómenos que yo, yo intentaba disfrazar mi inexperiencia diciéndole, bah, mis novios tampoco caben nunca por la puerta, pero creo que mi ignorancia se notaba, nada, me entró un ataque de santísima risa... y la mañana siguiente habían desaparecido todas mis arrugas, total, un milagro, como muchos que se obran en esta época del año.
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sábado, marzo 12

 
¡¡¡Tiempos aquellos!!!

Hoy ha venido Cinzia a mi casa y con no sé qué pretexto me puse a enseñarle las fotos de la época de los jueves culturales, o sea, las fotos de los jueves culturales. Son geniales, se nota todo lo bien que lo pasamos, todo lo que bebimos, éramos una panda de peligrosísimos gamberros a veces e hicimos nuestros destrozos pero ... me gustan, me gustan esos dos cuadernos llenos de fotos y de apuntes y de vivencias.

Pero la foto que más me ha hecho reír, y os juro que está hecha en una exposición, es esta:


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miércoles, marzo 9

 
Una tiene dudas existenciales, las postea, y luego borra los posts. Jajaja, jajaja, jajaja.

En clase de italiano ayer, para practicar nuestro vocabulario, supongo, mi profesor y amigo Alfredo me ha dicho de resumir a mi persona en un solo adjetivo.

Lo he pensado largo y tendido y finalmente he dicho,

"Payasa".

Que en italiano se dice "buffa", por cierto.
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viernes, marzo 4

 
Resumiendo, me lo pasé muy bien pero L'ITALIA NON È PER ME. Básicamente por el precio de la cerveza. A cinco euros la cerveza, aquí por el mismo precio te tomas cinco, y yo veo que mi futuro está en tomar cinco cervezas, no una. Tener que dosificar mis cervezas me constriñe, me oprime, me cohibe y no es mi camino. Ah, aunque el martini está muy bueno, y el vino, me gusta la costumbre de "l'aperitivo" antes de comer (martini, kikos, patatitas fritas, cacahuetes que se comen con cuchara y otras cosas mucho más buenas pero que no me acuerdo de los nombres, scusa).

He estado con mi amiga Cinzia y con su familia, en Lecco, divertidísimas conversaciones, buenísima comida, pasta, polenta, risotto, arrosto, quesos de formas extrañísimas. Aquí estamos Cinzia, Giovanna y yo en la parada del autobús, me he pasado mucho tiempo en los transportes públicos, p'arriba y p'abajo, literalmente, pero con esta bonita foto la experiencia parece fácil, ¿verdad?



Pues no, no es nada fácil coger transportes públicos cuando todo el mundo ya tiene su billete y tú no, cuando todo el mundo sabe donde entrar y donde salir y tú no, donde todo el mundo ... bueno, basta con decir que después de sólo DIEZ MINUTOS yo era la payasa oficial de Bérgamo ... pero estoy acostumbrada a estas cosas ya.

Italia es un crecepelos, si a alguien le interesa, te da una melena kilométrica en pocos dias, ¡pregúnteme cómo! (no, pero no sé cómo).

Milán es hipercosmopolita, contaminada pero feliz, brillante, ruidosa, tranvías, todo a macro-escala después de Bérgamo, con el fantasma de Mussolini planeando por encima de los edificios altos y tristes, la moda agresiva, ciudad de modelos, de dietas, de compras, de librerías buenísimas y cerveza carísima, de dinero, de coches, todo eso lo he inventado porque no fui, jajajajaa, ¿os he engañado? Pero casi, ¿eh? estuve en la estación viendo a qué hora salían los trenes y todo, pero al final me he quedado otro día en Bérgamo, para no fatigarme, es que no estaba para muchos trotes con el resfriado que tenía, la nieve, el pelo que se me crecía como el hombre lobo, el estrés funicular, e così via....

Sí, había nieve. Primero sólo en los tejados y luego por todos lados.



El hotel (Albergo Sole) tenía la calefacción que parecía un infierno, o sea, el paraíso. Un sitio muy cómodo, lo recomiendo, al lado de la plaza principal en la parte alta, la parte histórica. Frío por fuera, caliente por dentro.



Continuará.

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martes, marzo 1

 
Mi viaje a Italia ha sido muy interesante. He aprendido varias cosas:

1. En Italia la cerveza es muy cara.

(Aunque puede ser grande).



2. En Bergamo, donde hay un funicular, hay un bar.

3. En Bergamo hay muchos funiculares.

4. Si no hay bar, la nieve quita la sed (pero no sabe bien).



5. Si estás en un bar y no tienes dinero para tomar una cerveza, y no quieres tomar nieve, puedes hacer otras cosas en el bar con la nieve.



(Bueno, creo que estoy un poco afectada por el frío, el cansancio y el hablar italiano. Me he levantado a las 4.55 esta mañana para coger el vuelo de vuelta y luego he pasado todo el día trabajando. Escribiré más cuando esté en condiciones de hacerlo. El viaje ha sido precioso).

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