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viernes, diciembre 31

 
En estas fechas del año si no bebes pingües cantidades de alcohol te sientes como una mierda, no sé muy bien por qué. ¿Realmente tenemos algo para celebrar hoy? Yo no. Este año tengo un aniversario horrible, me siento horrible, espero poder pasármelo bien, voy a hacer todo lo posible. En principio no quería ver a nadie pero me han invitado Antonio y Pastora a ir a cenar con unos amigos a Condequinto, que como su propio nombre indica está en el quinto conde, pero por lo menos es Sevilla. Llevo un surtido de regalos muy tontos y todos los limones que sobraron de otra cena, voy a hacer un tartar de salmón (muy finolis yo en el fondo) y me pondré guapa, dentro de lo que cabe. Y me lo pasaré bien.

Bueno, las nocheviejas siempre son memorables por muy horribles que sean, y me he propuesto acordarme de todas ellas, he rebuscado un poco en lo más hondo de mi memoria y otro poco en mis diarios y he encontrado las más antiguas, son superbestia y me he reido un buen rato, empiezo:

La nochevieja más antigua de la que tengo recuerdo (porque de pequeña mis padres siempre me mandaban a la cama antes de las doce y yo como una idiota iba) es de cuando tenía, pues tendría quince años. Y es la peor, no espero tener una nochevieja peor que esa en mi vida. Tres parejas y yo sentados en el salón de una casa. Bueno, ellos más bien tumbados, o en distintos posturas, todos morreándose, y yo más aburrida que una ostra. Imposible conseguir un taxi e irme. Y cuando dejé saber que la fiesta me resultaba un poco tediosa, uno de los miembros de las parejas, un chico muy pequeño que tenía una pareja muy grande que había ido al servicio, me dice "aburrida, ¿eh? Yo te soluciono eso" y quiso morrearse conmigo también, qué horror, un asco de fiesta vamos, cuando llegaron los padres de alguien con un vehículo para sacarnos de allí más que un coche fue parecía un bote salvavidas.

El fin de año siguiente, o el otro quizás, lo pasé vomitando. ¡Sí! Había descubierto el alcohol duro, y en grandes cantidades. Tenía mi propio novio, ya no era la única impar, y era una fiesta multitudinosa y muy alcohólica y muy buena, pero bebí tanto y tan rápido que me puse malísima, además durante horas. Sólo me quedo con el recuerdo de pensar obsesivamente: si me muero a las doce en punto, ¿cuál pondrán como la fecha de mi muerte, 1980 o 1981?

Fin de año ¿siguiente? (no tengo las fechas muy claras). Tenía un novio serio, y yo tan contenta de besarle bajo el muérdago, según la antigua tradición. Después de unas veinticinco cervezas me equivoqué y besé a otro bajo el muérdago. ¡Ups! Mi novio no estaba nada contento, no, no, no.

Fin de año 1982/1983. Mucho mejor, en mi diario puse que era "el mejor de mi vida", pero como habeis visto eso no es dificil. Me fui al pueblo de una amiga. Yo no sé cómo tenía amigas con la cabrona integral que era yo en esa época, de hecho no tenía muchas, tenía más bien amigos, muchos amigos. Ligué con un amigo de mi amiga, y lo consideré un gran logro, porque ella me había dicho, "es raro con las chicas". "Qué lujo ligar y que se acabe sin más", puse en mi diario, después de dos días estaba harta de él ... el problema era que un mes más tarde apareció de improviso con un amigo en Sheffield donde yo vivía para visitarme .... no quiero ni pensar en qué pasó.

Fin de año 1983/1984. Quizás en justo castigo por mis actividades del fin de año anterior, lo pasé muerta de asco y sin salir en casa de mis padres. Digo en mi diario, "necesitaría un novio si viviera aquí".

Fin de año 1984/1985. Tuve un invierno muuuuy movido, cogí y me fui al sur de Francia en autoestop para estar con un noviete muy guay y muy especial que tenía allí, la verdad es que estaba enamorada. Me lo pasé genial aparte de las tormentas de nieve y que estábamos en una casa de "antes de la revolución" y se cortó la electricidad por el frío tan intenso, las condiciones tan malísimas, teníamos que dormir completamente vestidos y todo, lo que es la nochevieja la pasamos en un coche en un bosque, probablemente porque en el coche hacía más calor.

Fin de año 1985/1986. Estuve con una amiga Rebeca en Prestatyn, Gales, fuimos a una discoteca y nos ligamos al único guapo de Prestatyn, ¡sí!, se llamaba Kevin, bueno, no lo ligamos los dos exactamente, pero es complicado de explicar, no sigo.

Fin de año 1986/1987. Estaba en Albufeira en el Algarve, trabajando en el programa Young at Heart (algo así como el Imserso) de Thomson Holidays. Yo tuve que organizar la fiesta de fin de año para mis ancianos turistas. La costumbre es que a las 12 de la noche todo el mundo se besa, y la idea de que me besaran todos los abuelos era demasiado para mí, y la verdad es que no me apetecía besar a nadie ese año, ni joven ni viejo. Había quedado también esa noche con unos amigos en un restaurante, a ver qué os parece el plan: a las 12 menos 5 me largué de la fiesta y llegué al restaurante a las 12 y 5, conseguí mi propósito de no besar a nadie. Recuerdo como algo precioso el estar justamente en la colina más alta de Albufeira y oír un rugido enorme subir del pueblo a las doce en punto ....



miércoles, diciembre 29

 
Cuando se fueron ellos y me quedé sola con él, tenía que ponerme las medias porque estaba arreglándome para salir, y no me corté nada, saqué la pierna, y desenrollé la media y me la iba acomodando por la pierna, y cuando llegué arriba del todo, pues claro, él empezó a besarme, y no paraba de besarme, y así fue.

En el sueño, claro, no en la realidad, y mi sueños son siempre así, llenos de escándalos y de buenos momentos que luego en la realidad no son así ni quiero que lo sean.

Y la realidad es que llevaba zapatos de tela en la nieve, que me tomé una pinta en Quiggins y me gustó, que vi Shrek y Harry Potter para pillar cultura general, que los azafatos de EasyJet se visten igual que los basureros de Lipasam, que me cansé, me cansé mucho en el viaje de ida, que me resfrié y casi se me estalla el ojo derecho en el aterrizaje de vuelta, pero ya estoy bien, que me olvidé de todo cuando me tomé la cerveza con Jeanette y Pete, que el frío no es nada divertido no señor, que allí los telediarios duran cinco minutos nada más, que los villancicos que ponen en Virgin Records son insoportables, que las vallas publicitarias llevan carteles que le dice a la gente de no pelearse cuando bebe ni pegar a sus hijos, que me ha ido algo mejor con mi familia pero mi madre se enciende y empieza a hablar y no encuentro el botón para apagarla, que me sulfuro contra mi hermano por el tema de los regalos como siempre pero me sentí bien porque le compré lo que necesitaba y lo que deseaba, que una falda voluminosa es útil para subirte al autobús con una bolsa gigantesca, la escondes detrás de la falda y el conductor no la ve, que ha sido la primera vez que he vuelto a viajar desde que me iba tantas veces a Barcelona y todo el tiempo en el aeropuerto le llevaba a él como una jodida maleta, y no pude desprenderme de él en ningún momento, al final lo facturé por la cinta transportadora y al llegar no fui a recogerlo, y efectivamente lo perdí, no volvió, y la verdad es que sigo sin tener mucha idea de por qué me dejó, y que intenté aplastar con mi asiento en el autobús a una tía que roncaba pero no lo conseguí, y que llegué a Málaga a la 1 de mañana sin hotel ni nada y no oía después de lo del avión y el ojo pero todo fue muy bien y encontré hotel, y que Málaga me gustó, y que lo último que esperaba hacer hoy era escribir un post largo pero ya es tarde.



lunes, diciembre 27

 
Las patas de Pau en la nieve.



Las patas de otros en la nieve:



Como podéis deducir, ¡he visto la nieve! La nieve ha sido un poco roñosa en mi jardín y sólo nos ha agraciado con unos cuantos copos que no han cuajado ni en el aire, además no se podían fotografiar porque caían de izquierda a derecha y me confundían, pero he visto la nieve en el aeropuerto ayer en el viaje de vuelta. Y con un retraso en el vuelo de tres horas y media pues ¡genial!, me ha dado todo el tiempo que necesitaba para corretear y retozar alegremente haciendo muñecos con pipas en la boca y bolas de nieve para tirar a los otros pasajeros frustrados y coger una neumonía y cosas así. ¡Miren qué hermosa estampa! :



Bueno, vale, no es muy hermosa, pero ya os he dicho que sólo ha habido nieve en el aeropuerto. ¡Miren esta! :



Bueno, vale, es un poco horrible, pero ¡miren esta!, esta al menos tiene flecha y coherencia y luna:



Pero ya os digo, no había muchos aludes de nieve donde elegir. Así que os aguantáis.

Pero CDs, ¡¡¡cuántos CDs he comprado!!! En donde no vivo y donde no me van a volver a ver me meto en todo tipo de antros para encontrar cosas raras de mi época como Spear of Destiny y Shriekback (estoy cada vez más anclada en los ochenta, ¡sácame de aquí alguien!) (pero me gusta oyee), he comprado en el sótano de la foto, ¿me véis bajando a estas catacumbas y subiendo con una recopilación de los New Order?, pocos lo harían....






lunes, diciembre 20

 
Una va por el barrio y topa con las cosas más extrañas, primero un intento de asesinato en una tienda de pelucas (que por cierto unos días más tarde estaba cerrada por defunción, sí, como lo cuento), y ahora esto ....



De hecho me recuerda un poco las navidades del año pasado, los muñecos de nieve descomunales, las mil y una horteradas que vi, y lo más increíble de todo es que voy a volver a hacerlo este año también (pasado mañana me voy). Estuve trece años sin ir a ver a mi mamá en navidad, y ahora voy y lo hago dos años seguidos. Pienso que ante todo hay que ser impredecible.




viernes, diciembre 17

 
Y mientras sucede la realidad de la cena, o fiesta, o salida, o reunión, o lo que sea, también sucede otra realidad escondida debajo de la primera realidad, y de la que no se percata nadie, bueno, o sí, a veces.

Resulta que una se viste antes de salir y se pone las cosas más bonitas que encuentra, o las cosas que más apetecen, y baja a la calle. Y cuando estás en la calle y ya no puedes subir a casa es cuando todo empieza a rebelarse, o sea que:



Las medias empiezan a reptar hacia abajo por tus piernas con vida propia, arrastrando el liguero con ellos, si lo llevas. La minifalda empieza a subir y hacerse cada vez más temeraria y mini. El sujetador empieza a subir por la parte de atrás y bajar por la parte de delante. La blusa se separa de la falda y se va, dejándote con el ombligo al aire como las quinceañeras. Y de las bragas no digo nada, no, no, no voy a empezar. Y una se tiene que meter en un callejón oscuro para arreglarlo todo (bueno, o se queda allí en medio, porque el sábado pasado no había tantos callejones oscuros como yo necesitaba entre mi casa y la de Daniela), y cinco minutos después ya lo tienes todo descuajaringado de nuevo.

Y yo me pregunto, ¿por qué las medias siempre se bajan y la falda siempre se sube? ¿No sería mucho mejor que las medias subieran y la falda bajara? ¿No sería mejor que el suje se subiera por la parte de delante y se bajara por la parte trasera?

Pero este año estoy volviendo a descubrir mis medias de colorines de los años ochenta de cuando estaba en Lisboa, y las que pinté en la soledad de mi primer año en Sevilla (en la foto están), y estoy comprando muchos calcetines maravillosos larguísimos y llenos de rayas y acotaciones.

Me parece que me espera un invierno muy largo.




martes, diciembre 14

 
Como merecido premio a mi gran empollonería en la clase de italiano, Daniela me invita a una supercena con profesores de la academia y enormes cantidades de bebida y comida y risa. Ha sido divertidísimo y he practicado un poco de carcajadas, sobre todo cuando todos bajamos tambaleando a la calle a la 3 de la mañana e intentamos quitar de en medio un molesto vehículo aparcado en doble fila delante del coche de sr. invitado Jorge, con enérgicos empujones y gritos a pesar de tener el freno de mano bien puesto ... y el conductor dentro. Después de hacer un cóctel superbestia con todo lo que encontrábamos a mano y un 70% de vodka de Murcia (un cóctel castigo, principalmente para castigar a mi profe Alfredo que se olvidó de traer el ron), todos nos pusimos a contar muchas anécdotas y ningún chiste, eso me gusta. Quizás me han querido invitar como arma decibélica letal para vengarse los vecinos ruidosos de arriba ... no sé, pero la risa es buena, ¿no?, y nos reímos todos.

El próximo post traerá una foto de piernas pero ... estoy sin ordenador de nuevo de vacaciones forzosas (oh, es terrible) y no puedo sacarla de la cámara. Aparecerá dentro de 2 días, ¡sin falta!




jueves, diciembre 9

 


Viendo esta foto de las cosas que siempre tengo a mano en el cuarto de baño se puede saber muchas cosas de mí, entre ellas que estudio italiano sentada en el wáter.




sábado, diciembre 4

 
Hace unos días tuve la ocasión de ser testigo de algo insólito, violento, inquietante. Mirando un escaparate de una tienda vi que había dos mujeres, una en cada lado del mostrador. Y una tercera mujer entre ellas, a la que no se veía el cuerpo pero a la que la clienta tenía cogida por el cuello, o por las orejas, y le había forzado a doblegarse sobre el mostrador, y la clienta estaba casi encima de ella, sujetándole la cabeza para que no se pudiera levantar. No se veía la cara de la víctima, sólo se le veía el pelo larguísimo desparramado por el mostrador. Desde la calle no se oía ningún grito, eso es lo que era lo más extraño, con la puerta de la tienda cerrada parecía que todo pasaba en el más absoluto silencio. Y ahora la dependienta le sujetaba y la clienta empezó a tirarle del pelo, no paraba de tirarle del pelo. Ante la mirada fría y sonriente de la otra. Y luego me di cuenta de que era una tienda de pelucas.





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