No vienen por la mañana. Me he dado cuenta de que sólo vienen por la tarde.
Y (quitando al cateto que oí esa vez) son mujeres, son muchas mujeres. Quizás 6, 7, ó 8 mujeres.
Es algún tipo de reunión. Hablan, y hablan, y no sé de que hablan, ya que lo único que he oído claro son: "a qué hora", "el martes" y "por tu parte".
Pero también sé que aunque siguen las persianas cerradas a cal y canto, no están en la oscuridad absoluta, no, porque he visto que hay un enorme agujero en la pared. Por ahí les debe de entrar la luz.
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Definitivamente, la teoría de Carlos que son extrarrestres o vampiros (aparte de desternillante) empieza a cobrar fuerza.
Ayer, estaban hablando. Y hablando. Pero el volumen, que normalmente era muy alto y me molestaba (si hasta he tenido que irme al dormitorio para concentrarme en lo que estaba haciendo), se iba bajando, y bajando, y al final no se oía nada.
Las persianas del piso de mi vecino siguen bajadas. Cerradas a cal y canto.
Pero, ¿esas voces? ¿No vienen de su casa?
Pego la oreja a la pared. Efectivamente, son voces, voces de mujeres (qué raro, nunca oí ninguna mujer con él), además son de varias mujeres, y vienen de su piso.
El día siguiente también. Y el otro. Varias veces al día, oigo voces de mujeres. Y una vez oigo la voz de un hombre, pero la voz tiene acento cateto, mi vecino no era así. Y siempre las persianas totalmente cerradas. Si de verdad les han cortado la luz como dice en la carta, esta gente debe de estar allí reunidos en la oscuridad más absoluta. ¿Quiénes serán?
Mi vecino hacía poco ruído normalmente, y siempre estaba solo en el piso, nunca oí a nadie con él. Aunque ahora que lo pienso hace un mes o así que se había vuelto especialmente silencioso. Y nunca me volví a encontrar con él en el pasillo. A veces me preguntaba por qué.
¿Otro caso de muerte súbita, como le pasó al primer vecino que tuve aquí?
Querer matar a los vecinos cuando hacen ruido no es lo mismo que irlos matando, uno por uno. Os juro que yo no tengo nada que ver en todo esto. Yo no me cargo a mis vecinos. O por lo menos a este no me lo habría cargado. A otros sí, quizás.
Si se aclara el misterio os lo contaré... empollado y puesto por
Pau
19:33
Voy a postear sobre mis viajes por el este de Europa, pero al volver a casa no puedo evitar postear esto, me parece urgente, apremiante, inquietante:
Tenía (tengo, no hay que saltar a conclusiones) un vecino. Un vecino de al lado. Que apareció de repente, cuando el anterior inquilino se murió. No, perdón, cuando los otros anteriores inquilinos, los folladores, concibieron finalmente y se marcharon.
Me encontré una vez (una sola vez) con él en el pasillo. Yo salía, él entraba. Y me quedé como sin aliento, como sorprendida. ¡Hola! ¡Hola! Cierro mi complicada multicerradura con mi llave con llavero recuerdo de Albania, y en ese momento el llavero de Albania explota, y parte de él cae al suelo, a los pies de mi nuevo vecino. Yo me agacho para recogerlo. Mi nuevo vecino se agacha para recogerlo. Nos volvemos a encontrar, esta vez más cerca del suelo. Yo llego la primera y recojo el llavero en pedazos del suelo. Nos levantamos. Sonrisas. Qué educado es mi nuevo vecino. ¡Gracias! digo. Qué educada soy yo. Bueno, no sé. Según.
Mi nuevo vecino, en dos palabras: 1. Qué 2. Lindo.
Vuelvo de viaje y entre las cartas que hay en mi buzón hay un aviso muy raro, que me dice que me cortan la luz. ¿Me cortan la luz? Me cortan la luz, por una deuda, una pequeñísima cantidad sin pagar, bla bla, bla bla, bla bla. Es un papel roto por una línea de puntos, y dice que me cortan la luz. Lo miro mejor y no es para mí, es para el piso de al lado. El piso de mi nuevo vecino.
Bajo con la carta y la dejo en su buzón.
Meto las narices en la rendija que separa mi terraza de su terraza, y miro la terraza de mi vecino. Allí no hay nadie. Las persianas están bajadas y hay todas las señales de que alguien ha abandonado el piso de prisa, muy de prisa. empollado y puesto por
Pau
22:56