Me voy a Praga mañana, y no tengo la gripe ni ninguna enfermedad en particular, sólo muchas cosas que hacer, que me han impedido pasarme más por mi propio blog y por los de los demás.
¿Qué haré en Praga? Voy con Pastora. De momento, sólo tenemos una lista de cervecerías de .... 17 páginas, creo que lo único que vamos a hacer es beber cerveza, o al menos eso es lo único que vamos a hacer organizadamente, el resto lo haremos desorganizadamente, pero el resto todavía no sé qué es. Yo, por mí, viajar en tranvías y pasear por los extrarradios. Hacer fotos. Ir de compras. Practicar mis siete palabras de checo. Mirar a ver qué tal el ambiente en el cementerio. Dormir lo suficiente. Ver cosas bonitas. Sentirme libre. No pasar frío. Aprender. Sobrevivir. Disfrutar. Sentirme bien. Que me sirva el viaje en mi vida.
No soporto los lugares turísticos, me veo reptando por las afueras, cerrando los ojos al centro y mirando siempre hacia afuera. Quiero un paseo solitario por día. Espero cambiar como persona. Ser mejor.
Quiero ponerme demasiado cerca de las fuentes, mojarme con el agua de las fuentes.
Quiero sonreir espontáneamente.
Este va a ser nuestro hotel. empollado y puesto por
Pau
22:08
El piso, en el barrio lisboeta de Campo de Ourique, era estupendo, sólo tenía dos pequeños problemas: 1. que era un cuarto sin ascensor, y 2. que pasaba un avión por encima casi rozando el tejado cada 5 minutos. Vaya, se me olvidó traer el decibelímetro, ¿tú has traído el tuyo? No, pero tengo tapones, yo también! Pues no hay problema (no, ni a las 4:20 de la mañana, que es cuando empieza la actividad en el cielo). El lado bueno: las vistas maravillosas sobre el centro de la ciudad que tienen los habitantes del avión (que no los de la casa). Ya me sumo a la campaña por llevarse el aeropuerto de Lisboa a otra parte, ¿dónde tengo que firmar?
Lisboa: compras en la tienda retro de la Baixa, es genial (y tiene bar), almuerzo na Cervejaria Trindade, acoso a los turistas delante del Café A Brasileira (porque estamos preparando una exposición sobre toda la gente que se hace la foto con la estatua de Pessoa, queríamos material, y lo conseguimos), haciendo fotos por todas partes, paufotos (definitivamente, he vuelto a la fotografía, es una de las cosas que han ocurrido mientras estaba en el bucle del tiempo).
He conocido Campo de Ourique La Nuit, en más de una ocasión (el barrio es simpático, pero el Cemitério dos Prazeres tiene más vida nocturna).
El tercer día, visita morbo-fotográfica a dicho Cementerio, he pasado un rato muy bueno fotografiando ataúdes. Me gustan especialmente los que se están abriendo, los más descuidados, los que están a la intemperie, los poquísimos que tienen fotos (otros cementerios portugueses están llenos de fotografías de gente, son muy visuales, te sientes un poco en contacto)... Fotografiar en cementerios portugueses se está convirtiendo en una afición, y estoy empezando a juntar una buena colección. Si no te gusta lo tétrico no te gustará, pero a mí son sitios que no me dan tristeza. Eso sí, cada vez que visito uno me pierdo y no encuentro la salida, y eso te puede llegar a agobiar.
De vuelta en el apartamento, abres el grifo de la ducha y ves como el agua gradualmente inunda el suelo, compartes ducha con un espejo de cuerpo entero en un espacio angosto entre paredes negras (o eran marrones), una ventana que se abre sola cuando menos te lo esperas, dándole un gran porrazo a la estructura de la ducha (y a ti, si estás dentro) pero que tú no puedes abrir al menos que entres dentro de la ducha y te pones de puntillas (y eso sólo personas altas), siempre hay algo que se cae al suelo, el alto diseño (que no funciona) de hoy es el hortera de mañana. Aunque tengo que decir que el apartamento era bonito y cómodo, y en un barrio estupendo.
El cuarto día lo pasé entre el salón y la cama, por pachucha, por más que pachucha. Lo mejor: poder estar con una mantita en el sofá viendo Cuéntame Como Pasó en su versión portuguesa en la tele (Conta-me como foi), con gritos infantiles de "¡Mira Don Pablo! ¡Mira el Carlitos portugués! ¡Cómo se parece Inés! ¡Y Eugenio, es igual que él, se ha estudiado todos los gestos!" (dicho con los rugidos de los aviones de fondo, claro).
Una de mis principales metas con este viaje: no tener nada programado. No tener agenda. Sólo hacer lo que me daba la gana. Y eso lo he conseguido: he hecho poquísimo. Mi compañera de viaje Chari ha sido más activa que yo en todos los sentidos, quedando con las figuras del fado, saliendo de noche, haciendo networking... ella no ha perdido el tiempo. (Yo tampoco, que conste).
Sí, salgo para Lisboa esta mañana. Y tengo algo raro, no sé qué tengo, no es la gripe, es algo resfrioide, confío en que se me quite en 24 horas, como me suele pasar con estas cosas. La otra vez estaba peor. Pero son los mismos síntomas, y justo el día/dos días antes de irme a Lisboa, cosa que hago muy de cuando en cuando. Es MUY extraño. No puede ser casualidad. Será casualidad.
Ya sé qué es, es un bucle en el tiempo. Nada ha pasado desde ese día de diciembre, la última vez que escribí. Me secuestraron, pero en el tiempo. Y he vuelto a aparecer. Me voy a Lisboa, con la misma amiga, a un apartamento guay (porreiro, en portgués) en el Campo de Ourique, barrio alternativo pero muy atractivo, cerca del Rato (mi casa), de Amoreiras.
Y hoy es el día perfecto para volver a empezar el blog.
Voy a reciclar Antiarrugas en un blog de viajes. Tengo mucho que contar. Ahora me dedico a viajar. Tengo viajes dentro de poco a Praga, a Cerdeña y a Albania. Y he hecho otros tantos. Porque ahora mismo puedo y debo viajar, y puedo y debo contarlo.
Así que ea, os dejo con unas fotos del principio del bucle temporal, hay que ir a Lisboa y cantar fados y ser impresentable, ¿no?, hay que disfrutar de la libertad y de este mundo que es tan grande y que tiene tantas cosas que si las ves y las entiendes, eres mejor persona. Chari y yo de fadistas en la Rua Augusta ................Yo de fadista borracha, mi alter ego empollado y puesto por
Pau
08:32