... es tan ... que no sé que es. Tan querido por mí, o algo. Es bonito, pero no espectacular. Se vive bien. Es azul, gris, tranquilo. Está lleno de peces y de ovos moles. Y son felices. Y yo soy feliz en Aveiro, oye.
(Los viajes siguen. Mañana me voy otra vez, vuelvo a Portugal como si tuviera algo que hacer en Portugal. Pero es agosto. Me apetecía un viaje solitario de playas de río y de piscinas de hotel. Y eso es lo que voy a hacer. Es ligeramente complicado sin coche. Pero sobreviviré. He intentado ponérmelo fácil. Un poco rural, un poco diferente y un poco interesante, espero. Seguiré con mi anécdota diária siempre que la conexión a internet permita. :) :) )