¿Adónde me he ido? ¿Por qué me he ido? ¿Me he ido, de verdad, o pienso volver?
No sé. No sé por qué no posteo. No me pasa nada de particular, no estoy fuera, ni ocupada, ni desganada, ni enferma, ni enamorada, nada de especial. Es sólo que no he tenido ganas de postear. A veces no se tiene ganas, no me preguntes por qué.
Llevo desde marzo del 2003 posteando en este blog. A lo tonto a lo tonto, son casi 4 años. No hay muchos blogueros que lleven un blog 4 años sin dejar de escribir. La inmensa mayoría lo dejan a los 2 años, o antes, por lo menos eso es lo que veo yo. Pasas por todo tipo de fases. Para mí, en una época el blog era lo más importante en mi vida. Me emocionaba con el escribir, el comunicarme, la tecnología, la novedad, las personas, el misterio, lo nuevo, la amistad, la experiencia.
El blog ha sido algo muy importante en mi vida. El blog y todo lo que conlleva. Ahora no sé.
Escribir el blog me trajo una de las peores experiencias de mi vida. Un amor con el que tuve una relación preciosa perfecta sorprendente equilibrado excitante de conversaciones kilométricas mutua comprensión mutuo amor mutuo deseo mutuo todo y con mucho futuro, algunos de vosotros saben quién es, y un día él decide de buenas a primeras que ya no quiere saber nada de mí y es tan cobarde (defectos que comprendes, aceptas, perdonas y amas cuando estás en esa situación) que piensa que no hace falta explicarme por qué me deja, ni explicarme que me deja, ni volver a verme la cara para explicármelo, si me destroza la vida es de importancia secundaria, me destrozó muchas cosas que nunca volveré a tener, así es la vida a veces, pero yo no le echo la culpa a la vida, la culpa es de él, no es de la vida. No acepto que alguien me haga eso, nunca lo aceptaré, nunca seré la misma, no como antes, he perdido la fe en el amor y creo que es para siempre. Es sólo un aspecto de mi vida, tengo muchos más que vosotros conocéis, pero sé que hay muchas cosas que han roto dentro de mí. Estoy recuperada como te recuperas de una muerte, lo viví como una muerte y me dolió casi tanto como una muerte. Es increíble cuánto daño puede hacer una persona débil a una persona fuerte. Ilógico e increíble. Pero puede pasar.
No pienso nunca 'si no me hubiera metido en el blog no me habría pasado esto'. No le echo la culpa al blog. Había una serie de gente en el blog en ese momento y formamos un grupo, fue genial en su día. Él envenenó todo ese ambiente para mí, y esas personas no están juntas como grupo, ni podía volver a tomar contacto con la mayoría de ellas, pero a veces me acuerdo de ellas.
Desde entonces he seguido contando mis cosas, mis otras cosas, o algunas de ellas. Él no mató mi blog. El blog es imprescindible en mi vida, creo. Y necesario. Creo que nunca dejaré de postear, no.
Muchas veces después de un año o dos de bloguear no puedes seguir escribiendo porque no quieres ofender a nadie, tampoco quieres decir mentiras, haces malabarismos para gustar a todos y realmente no dices nada ya, te falta la espontaneidad, empiezas a pensar en lo que estás diciendo. Y eso es incompatible.
El mundo del blog es como un túnel donde te metes, un túnel bueno, claro, da calor y diversión. Yo he salido ya por el otro lado del túnel. Muchas cosas y muchas personas ya no están. Algunas sí... no sé. Pienso poco en esa época ya. Como si no existiera.
Con el blog me han llovido risas y buenas experiencias, y también me han llovido palos. Como la vida misma, ¿no os parece?
Y sí tiene sentido seguir escribiendo.
Te encorsetas y cierras el blog. O no. Te tomas un mes de descanso y empiezas de nuevo, como otra persona. Eso es lo que voy a hacer. Me da IGUAL qué puedan pensar de mí. A partir de aquí quizás sea un buen momento para decir lo que pienso, como si no me escuchara nadie. Sin importarme que me escuchen o no. Decirlo para mí, como a un diario, a fin de cuentas un blog es eso, ¿no? empollado y puesto por
Pau
18:57