Cuando pasó todo el follón este de los explosivos en el equipaje de mano en los aviones, el 10 de agosto, me ha pillado justo a punto de volver de mis vacaciones, porque después de Italia me fui a pasar unos días en casa de mi madre en Inglaterra, y mi vuelo de vuelta fue el día siguiente, así que me cayó de lleno la prohibición de llevar cosas en el avión. Ví en la tele que en el aeropuerto daban a cada pasajero una bolsa de plástico transparente para meter las pocas cosas que te dejaban, o sea: el pasaporte, la cartera y las llaves, nada más.
Me llegué al aeropuerto y me puse a buscar las bolsitas estas transparentes, para organizarme. Y ví una mesa puesta allí especialmente con bolsas y sitio para que la gente rehiciera sus maletas, así que cogí una bolsa para meter las cosas, y la bolsa (la conservaré como recuerdo toda la vida) era esta:
O sea que la bolsa era tan grande que quepo yo dentro... y allí metí el pasaporte, la cartera y las llaves, y como podéis imaginar quedaban absolutamente ridículos ahí dentro.
Me fui a facturar y había muchísima gente y colas larguísimas serpenteando por todo el aeropuerto, pero después de preguntar me enteré de que el mostrador de Sevilla estaba completamente vacío, no había ni una sola persona.... se esperaban cancelaciones, sí, pero no en este aeropuerto, y no mi vuelo, por favor..... Voy al mostrador y digo "¿Pasa algo con el vuelo?" y me dice la señorita, "No, por qué?" Digo "No hay nadie," y me dice, "Ya han pasado todos," o sea que yo soy la última de los últimos, y yo que pensaba que iba con tiempo....
Y la siguiente mala noticia es que ya no te dejan llevar las llaves en el avión. Que significa que tengo que abrir la maleta y meter las llaves, y la maleta estaba tan bien hecha que no cabía ni un alfiler, y claro, al abrirla y meter las llaves, me es absolutamente imposible volver a cerrarla. Lo intentaba de todas las maneras y sólo puedo decir que menos mal que no tenía una cola de gente furiosa detrás... al final me he tenido que subir encima de la maleta y saltar sobre ella para que se cerrara, eso ha funcionado y además creo que les he proporcionado un buen rato de entretenimiento a la gente de las otras colas, pues mejor, ¿no?...
Me ha dado el tiempo justo de comer el bocadillo y me he puesto en la cola del control de pasaportes, vale, un poco tarde, pero siempre te da mucho tiempo, ¿no?. Pero oh no, están dando la llamada final para mi vuelo cuando estoy todavía a la mitad de cola con unas 100 personas por delante. "Cuélate, cuélate, rápido," dice un señor preso del pánico, y con un poco de "excuse me, excuse me, excuse me" de repente soy la primera de la cola y estoy en el sitio donde te hacen quitarte los zapatos y pasarlos por los rayos X.
Normalmente cuando llegas a la puerta te pones en una cola y sigues a la gente hacia el avión, pero no había cola, no había NADIE en la puerta y realmente no sabía dónde tenía que ir... cojo por un pasillo, y salgo a donde están las pistas de despegue, pero no hay nadie y no veo el avión... al final veo un avión que está lejísimos y digo, bueno, será ese... y me dirijo hacia él. A esto aparecen dos tardonas más, que también corren en dirección a los aviones lejanos. Lógicamente pensaba que tenía que ser el avión que estaba más cerca, y empiezo a subir la escalera de ese avión, pensando bueno, yo entro y pregunto "¿Este va a Sevilla?", igual que en los trenes.... pero de repente veo que las otras dos tardonas van hacia otro avión... oh Dios... me bajo y veo un señor al que puedo preguntar y efectivamente ese no era mi avión sino el otro.... ¿adónde me habría llevado?
Y todo esto, claro, llevando en la mano esa bolsa gigantesca con el pasaporte y la cartera ahí dentro, como perdidos en el espacio...
Y cuando me quiero dar cuenta, todos los otros pasajeros llevan bolsas de plástico pequeñísimas. Vete a saber dónde las han conseguido.... la bolsa grande parece ser propiedad exclusiva de la gilipollas del aeropuerto.....
Bueno, mañana me voy a Lisboa, en otro vuelo. Espero pasar un poco más desapercibida por el aeropuerto esta vez. Me voy a Lisboa, a Estoril, a casa de mi amiga Cat, a Aveiro a ver a Sónia, y a un par de sitios más ya sola y en plan aventura. Todavía quedan bastantes vacaciones por delante.....