Hoy va a ser fotoblog total, porque traigo pruebas materiales de muchas cosas.
Primero, traigo pruebas de que los adornos navideños ingleses son horribles. Si no me creen, que echen una visual a este muñeco de nieve tamaño de media casa, puuagh, qué feo. Pensándolo, esta familia habrá estado desde mediados de octubre sin luz natural entrando en su cuarto de baño por culpa de esta aberración de nieve en la ventana. Y hay despliegues peores que este.
Allí Papá Noel es el protagonista y la estrella de todo, es omnipresente. A mí Papá Noel me ha llegado, sí, sinceramente me ha llegado hasta las mismísimas narices. Allí la Virgen y tal no se estila mucho, se ven pocas imágenes religiosas, ah, bueno, una Virgencita sí he encontrado:
Y fijaos en este Papá Noel que vi en el centro de Liverpool. Santa's City Tours from ten pounds. El caballo de patas peludas me encanta, es un verdadero caballo inglés, y si tenéis buena vista veréis que "Santa" lleva una virgencita con niño detrás:
Ha ido bien, ha ido bien mi viaje, no me puedo quejar. Me gusta la habitación donde duermo allí, huele muy bien, es un olor mustio y a muchas cosas, entre otras cosas huele a mi pasado que se ha colado allí durante mis viajes y vueltas durante muchos años. Iba dejando cosas-recuerdo allí, escritos, objetos, pendientes y pulseras, tickets de compra, cintas, cartas, cremas y perfumes, y esos recuerdos están allí en esa habitación, y me gusta.
He fichado con mi familia, como sabéis. Es la primera navidad que paso allí en 13 años (y seguramente la última que pase en otros 13). Mi madre, ya sabéis, y también estaba mi hermano, aquí hay una foto (no perdáis el tiempo buscando algún parecido entre nosotros, no hay). Mi hermano es ligeramente Jekyll y Hyde, en casa es Hyde, definitivamente, pero en el pub es Jekyll, mi madre se harta de decirme que "él no fuma, él no bebe", y luego vamos él y yo a la calle y de repente empieza a salir humo de todos sus resquicios de mi hermano y dice, "sí, sí, yo no fumo, yo no bebo, jajajajaja". Aquí estamos en el pub (con los pocos pubs que hay, menos mal que tenemos uno a cien metros de casa):
Ah, y el Barcelona Bar, pues quedé con Catt y Enda en nochebuena pero no fuimos al Barcelona Bar porque resulta que el Barcelona Bar es un tecno-local muy molante de juventud y sólo abre por la noche, pero le hice esta foto porque el sitio es espectacular, muy bonito como muchos sitios en Liverpool ahora, Liverpool será Capital Cultural de Europa en 2008, ¡ojo! y le están lavando la cara con un jabón perfumadísimo y huele ya estupendamente.
Fuimos entre otros sitios a este, que no es otra cosa que el antiguo Banco de Inglaterra regurgitado en bar, interesante:
Pero el encuentro que más ilu me ha hecho con diferencia es que conseguí quedar con Jeanette, una amiga de la primera infancia, guapísima, divertidísima y que además va a venir a Sevilla a verme este año. Para daros una idea de lo antigua que es mi amistad con ella, os puedo decir que la primera vez que vi a otro ser con forma de niña chica como yo, era ella. Fuimos muy amigas durante el alegre pleistoceno de nuestras vidas, cuando estábamos en primaria, aunque ella me ponía los cuernos periódicamente con otra que se llamaba Nicola, se iba con ella y me dejaba colgaita, todo hay que decirlo. Pero era mi mejor amiga. Luego nos perdimos de vista durante la época de secundaria y nos volvimos a encontrar con 17 años recién cumplidos y muchas cosas que contarnos... Nos veíamos en mi habitación y hablábamos y hablábamos y nos reíamos muchísimo, y cuando se oía el paula paula chink chink que era mi madre que subía con una bandeja repleta de galletitas y tazas de café y té y tonterías de estas, cambiábamos de tema instantáneamente porque únicamente hablábamos de sexo, si mis recuerdos no me fallan. Ahora no hablo de sexo con nadie, y me pregunto por qué. Bueno, fueron momentos irrepetibles y me acuerdo de muchas de las conversaciones que tuvimos, ¿y tú, Jeanette? si estás leyendo esto (porque Jeanette coge su diccionario y lee esto, yo lo sé). Fue algo estupendo volver a encontrarnos, hace veinte (20) años que no nos vemos. Ella está igual que entonces (yo también, claro, ejem.) Y las dos nos reimos tanto como entonces. Mañana a lo mejor pego más fotos de las que tengo con ella, pero de las antiguas.