convenientemente manipulada por el señor Feo para obliterar su cara, como si llevar una burka no fuera suficiente. Pero si es contraproduciente, estabas mucho mejor con cara, tío. Bueno, la verdad es que mis amigos quieren ocultar su identidad porque son personajes muy conocidos en las altas esferas de la política catalana, son figuras celebérrimas que de paso escriben un blog, no conviene que trascienda quiénes son mis amigos, nooo, nooo.
Pues ahora que estoy aterrizando ya un poco de mi viaje, os voy a contar mi vuelo de vuelta. Pues quéeeee cerca he estado de perder el vuelo, por tonta, por inconsciente y por idiota, creo que normalmente cuando se coge un avión se mira un poco la hora en que se tiene que salir de casa para llegar al aeropuerto un poco antes y no tener que ir corriendo detrás del avión por la pista de despegue, descolgándote de las ruedas, "un momento, un momento...", bueno, por poco me pasa eso, ya tuve que comer la tostada en el andén de la estación de Sants, bueno, casi ha sido un desastre, casi me quedo en Barcelona. Bueno, finalmente en el avión pude descansar, úf, lo he conseguido, me tomé un zumo de tomate y una bolsa de cacahuetes cortesía de Iberia y me puse a leer mi novela dedicada por el autor, sí, ahora os cuento, pero luego va el azafato y abre un compartimento de estos para meter las cosas y se cae el bastón de un viejo en la cabeza de una señora y a mí me entra un ataque de risa, no lo puedo evitar, no soy capaz de guardar silencio como los otros 249 pasajeros del avión, no no, a mí me sobreviene un arrebato de risotadas estúpidas que tengo que asfixiar tapándome la boca para que me salgan por las orejas. Y luego resulta que al bajarme del avión cuando vas diciendo adiós adiós a la tripulación y eso, veo el piloto y .... Hoooombre, Pauuuu, hombreeee, Manolooooooo, ¿qué pasaaaaaaa? ¡qué alegríaaaaaaaa!, pues sí, el piloto era amigo mío, más concretamente fue cuñado mío en una vida anterior, me ha dado una alegría que me haya traido él, y fíjate qué pena no haberme dado cuenta antes porque me hubiera dejado entrar en la cabina y todo, podría haber volado yo un poco el avión, ¿no?, que es la forma perfecta de volver de Barcelona, ya que tengo que volver.
Pues eso, mis compañeros de pasaje al verme primero leyendo mi libro dedicado por el autor y después comiéndome a besos al piloto (fraternales besos de ex-cuñada, se entiende) me creerían la niña más enchufada del cosmos, pero es que otro motivo ulterior que tenía al ir a Barcelona era conocer al escritor Antonio Rabinad en el puesto de libros que tiene en el mercadillo literario dominguero, y comprar algún libro suyo, y saludarle y decirle que me encantan sus novelas, que es mi autor favorito. Cosa que hice, me presenté como una fan, jaja, yo nunca hago cosas así, pero no me corté demasiado y la experiencia fue buena. Estuvimos charlando con él un rato y ya he empezado (bueno, casi terminado) una de las novelas que le compré, Juegos Autorizados se llama, a ver qué juegos son esos, pues no os lo cuento pero el libro me encanta y me harto de reir, es que me encanta el humor de él y la forma que tiene de pasar olímpicamente de todas las normas literarias, cambia de perspectiva de persona en medio de una frase, se ríe de sus propias palabras, anda palante y patrás en el tiempo como cuando pensamos, se come las comas, mezcla lo sórdido de la vida con lo precioso del lenguaje ... y además te cuenta una historia que piensas, ooooostias qué va a pasar ... No sé si le gusta a todo el mundo, pero a mí es que me encanta.
Bueno, mvoy, que tendría que estar trabajando. Hay visita este fin de semana, viene Jose de Zaragoza a vernos ("nos" somos Carmen y yo, se entiende), y dice Guarni que también se va a acercar a Sevilla a sumarse a la marcha, eso me lo creeré cuando lo vea, jajajajaja, pero bueno, hay fin de semana de copas, veré Sevilla con otros ojos, yo creo que estoy en Barcelona todavía, pero bueno, volveré pronto, supongo.