Un aviso de carta certificada procedente de Sevilla sólo puede ser una mala noticia ¿verdad? Bueno, suponiendo que vives en Sevilla. Da pie a figuraciones de monstruosos y despiadados membretes de Direcciones Generales y Ministerios de Hacienda, Seguridad Social, Asuntos Sociales, Exteriores, Economía, Trabajo, Tráfico, Impuestos, Policía, Administraciones, Justicia ...
Voy a Correos mascullando entre dientes "Esto no puede ser nada bueno, esto no puede ser nada bueno...."
Y la carta es de .....
¡La Dirección General de Policía!
¡Ah!
Entonces ......
Y se me ilumina la cara.
Extraño comportamiento, lo sé, pero, ¡sí! es que sabía que era una buena noticia. Que debo presentarme en una ventanilla de las dependencias del Grupo Operativo de nosequé de la Brigada Provincial de nosecuánto con un montón de documentos y de fotocopias. Por lo de la nacionalidad española. MI nacionalidad española. O sea, que está cada vez más cerca. Que está muy cerca.
Y voy con todas mis fotocopias y todas mis cosas (¿es posible ir a una entrevista oficial y que no te falte una fotocopia? Yo creo que no) y me siento frente a un amable policía (que los hay) y veo que tiene mi expediente delante y que pone varias cosas sobre mí y pone "Estado Civil: Ignorado", que me ha hecho un montón de gracia. Con unas carcajadas muy amortiguadas por la situación le digo "¿Estado Civil: Ignorado?" y si lo piensas es verdad, mi estado civil es justamente el de una ignorada, o sea que los maridos me ignoran, siempre me han ignorado y ese es mi estado civil.
Y veo que en ese papel también hay un sello que pone "SIN ANTECEDENTES DESFAVORABLES". O sea que .... ahora es sólo cuestión de tiempo hasta que tenga mi DNI como todos los demás, mi estátus legal acorde con lo que yo me siento, todos los mismos derechos constitucionales y psicológicos que los que me han rodeado durante casi toda la vida adulta. Y eso me da una grandísima alegría. He luchado por esto durante años. Es de las poquísimas cosas que tengo absolutamente claras en mi vida.
El acontecimiento feliz será dentro de seis meses. Aunque están tardando un poco más porque hay mucho trabajo, así que serán ocho, nueve .... un embarazo. Una gestación. Ya estoy concebida como española. Por fin. Por fin. Por fin.
Y en el jueves cultural sale el tema, nada más que estamos Pastora, Diego y yo. Y yo me pongo a explicarles que si me deniegan la nacionalidad por el motivo que sea, o si me la hubieran denegado, porque parece que ya está en el bote, pues como sería un palo tan grande para mí, antes de irme cabreada del país y no volver preferiría buscarme otra vía para conseguirlo, que sería el matrimonio. ¿El matrimonio con quién? Pues con alguien, no sé. Pagaría, supongo, porque se arregla así (lo he leido en El País, hay gente que llega a un acuerdo con alguien, les dan 2000 o 3000 euros para casarse y luego cuando tienen la nacionalidad se divorcian). Y Diego dice que ah, pues mira, porque a él le interesa tener otra nacionalidad, otra que no sea la española, que la idea es interesante, se podría hacer en beneficio mutuo, y aunque sea de broma, que lo es, todos empezamos a decir lo que pensábamos del tema, con muchas carcajadas en medio, y yo creo que soy intrínsecamente perversa o algo, porque yo en ese extremo sí me casaría con alguien, no necesariamente con Diego, claro, con alguien, y les dije lo que yo pienso, que es que si me voy a casar con alguien, pues que prefiero que sea alguien que me guste, por lo menos un poco, lo suficiente para tener una semana de pasión juntos antes del divorcio y si te he visto no me acuerdo. Una semana, un mes, un día ... lo justo según el caso. No me apetece nada casarme con uno superhorrible y luego cada uno a su casa y 100% de paripé. No. Es atractiva la idea, ¿verdad?, incluso mejor que la de tener un marido de verdad.
Creo que (después de leer mis antiguos diarios sobre todo) yo nací para tener una vida desordenada, no sé, tengo un punto bohemio que no se me quita por mucho que me lave. Aunque sea una chica seria y mayormente abstemia, que lo soy.
Creo que Diego empezó a tener miedo de mí, no quería tomarse otra cerveza cuando se fue Pastora. Pero los tres hemos sacado unas buenas carcajadas del tema, eso sí. Pero todo pertenece a la fantasía, eh, que conste, porque parece que no hay problema con lo de mis papeles definitivos, que no tengo antecedentes desfavorables y ahora me puedo reír del asunto. Mucho mejor para todos.