De verdad de verdad. Me ha encantado conocer a mis compañeros blogueros, ha sido divertidísimo, nos hemos reido tela y me llevo un recuerdo fantástico de mi fin de semana en Madrid.
Lo voy a contar cronológicamente porque si lo cuento conceptualmente sólo me voy a liar.
Con las primeras luces del alba mi Hermana Lumière y yo cogimos el AVE de Sevilla a Madrid. Llegamos supertempranísimo a la gran urbe y nos pusimos a zampar tostadas en la jungla de Atocha, poniendo mensajes en el móvil a la vez. Nos habían confirmado varias personas que iban la quedada por la tarde con Geyperman, pero seguíamos sin noticias de Jose y habíamos pensado pasar el día con él, así que estábamos un poco solas en la gran ciudad, pero nosotras sabemos divertirnos sin ayuda de nadie, así que primero fuimos al hotel a soltar los bártulos y luego fuimos a dar un superpaseo por el mundo de los recuerdos de Carmen, que vivió de niña en el centro de Madrid, y vimos su colegio (un sitio terrorífico que parecía una cárcel) y un parque y varias cosas. Finalmente llegamos a nuestra (¿mi?) meta, un bar, y allí nos pusimos a jugar a tirarnos copas de vino encima, ganó Carmen y yo me quedé chorreando como siempre, Miss Camiseta Mojada también en Madrid, ole y ole es mi destino.
Nos fuimos a otro barito a comer y Carmen me inició en los placeres de las ancas de rana, yo tenía un vago recuerdo de que eso era algo que sabía a plastilina y que no tenía forma, y cuando de repente llegó un plato de medios cuerpos de rana cortados por la cintura con el culo al aire y las patas y todo .... me quedé de piedra y sólo comí una por cortesía y cuando mis dientes chocaron con el fémur de la rana ... ni cortesía ni ná, me puse a gritar "ostias ostias el fémur de un sapo, qué asco" y Carmen tuvo que zampar una doble ración de ancas de rana y yo me pedí otra cosa.
Varias cañitas más tarde volvimos al hotel donde tuvimos un ataque de risas hasta no sé qué hora, pero al despertarnos de la siesta eran las seis y veinte y habíamos quedado con todos los blogueros a las seis y media ... ¡ups! Llegamos todas sofocadas al bar y nos tiramos a los brazos de Geyperman, que reconocimos en seguida (venía hacia nosotras diciendo "hola, soy Geyperman" quizás tenía algo que ver). Venía con un amigo, Raúl, que después se interesó por empezar un blog, ¡sí! ¡un nuevo adepto!, ¡qué bien! Luego nos dedicamos a buscar a Evam, que nos había dicho en un mensaje al móvil que iría "con un amigo, llevaré vaqueros, jersey azul y chaqueta azul" y estupendo porque había tres pares de amigos en el bar vestidos con vaqueros, jersey azul y chaqueta azul, al final ellos dieron con nosotros después de que Carmen abordara alegremente a uno de los pares que no eran, y bueno, ya éramos 6, pero ¡sorpresa! Teresa A.M. también estaba en el bar y se presentó, y claro, como nadie se conoce físicamente, sólo por el blog, puede pasar eso, que estén todos allí pero sin reconocerse. A esto llegaron Pico y Mafer Megapixel y después de varios Vermuts y cervecitas también llegó Milio, y a mí me han parecido todos superlindos/superlindas y me ha hecho mucha ilusión conocerles, pero muchísima. Geyper ya estará en Miami, creo que le hemos dado una buena despedida, creo que se llevará un buen recuerdo cuando se recupere de la resaca y de lo poco que durmió. Bueno, al caer la noche se fueron Mafer, Evam, Juan, Pico, Teresa y Raúl que tenían otras cosas que hacer, y nos quedamos Geyper, Milio, mi Hermana Lumière y yo y fuimos a hacer realidad una fantasía de Geyper: comer tortilla y beber sangría en un mesoncito de estos que hay detrás de la Plaza Mayor.
Geyperman es un encanto, yo lo sabía porque ya había hablado con él por el móvil y sé que la conversación con él consiste en un 80% de risas y un 20% de motivos de risas, y con él no puedes hacer otra cosa que pasártelo bien. A Milio no lo conocía de nada, no conocía su blog (Cartas desde mi IP), pero seguro que el blog de él me va a gustar porque él me encanta, no puedes hacer otra cosa que pasártelo bien con él, es una fuente de todo tipo de gracias reflexiones y anécdotas, cuando nos fuimos los 4 a comer la tortilla en la cueva esta de la Plaza Mayor nos pasamos por lo menos 4 horas partiéndonos de la risa y la verdad es que a la luz del día no sé muy bien de qué, pero así fue, contábamos anécdotas absurdas, hacíamos fotos, nos reíamos con todo, el camarero me llamaba diabólica, no sé porqué, bueno, creo que era porque llevaba los guantes divinos de Pino y estaba fumando un cigarro elegantemente pinchado en un tenedor, pero jó, siempre es bueno y sano montar un poco de escándalo ¿no?, y no éramos los únicos montando un escándalo en ese bar, no, no, si era lo más normal, había un buen ambiente, fue una noche muy divertida.
El día siguiente fue la guinda porque conocimos a Virgenyfurioso, sí, por fin y en persona, fuimos a su casa y nos obsequió con toda clase de comidas y bebidas y hablamos muy en profundidad de la crisis en la blogosphera y me regaló un expositor de gafas, jó, así es como hay que tratar a los invitados, si casi nos perdimos el tren de vuelta por no darnos cuenta de la hora. Tenía muchas ganas de conocerlo, su blog es de los más antiguos y los mejores y aunque los tiempos cambian para todos nosotros (ese tema lo voy a abordar en otro post), por ser de las primeras personas que leí y porque da gusto leerlo es uno de mis gurús en esto de los blogs, no, no os riáis, Feo, Mer y Virgenyfurioso para mí son los dioses de la blogosphera, bueno, me callo ya, jajaja, pero es verdad. Ya os cuento el significado del expositor de gafas en otro post también, desde luego el guardia de seguridad del AVE alucinaba cuando pasamos el expositor de gafas por la cinta transportadora, pero eso, ya lo cuento otro día que me estoy pasando del límite de palabras, bueno, llevo tres días sin escribir, puedo escribir un poco más hoy ¿verdad? (Ah, y las fotos las pondré cuando las revele, Carmen también tiene y las va a postear mañana, a ver si me da alguna para ponerla aquí.
No sé, todo el mundo que he conocido me ha parecido muy lindo y aunque Jose al final no apareció (se puso malo el pobre) (jaja, chincharrabias) y desde fuera de Madrid sólo hemos ido mi hermana y yo, ha merecido la pena muchísimo, yo me apuntaría a hacerlo otra vez, sí, hablaré otro día de otras cosas pero ha sido fantástico.