Ya he empezado a trabajar, aunque afortunadamente sólo puedo trabajar 45 minutos a la vez, porque la doble visión difusa, turbia y salpicada de lágrimas no incita al trabajo. Así que puedo traducir un ratito corto y luego irme a hacer la golfa otro rato por ahí, luego trabajar otro ratito más cortito, luego irme a hacer la golfa otro rato más largo .... pues muy bien ¿no? Yo me siento más contenta por lo menos.
También he empezado a leer blogs, empezando por los que tienen la letra más grande, claro, pero no he tenido mucho tiempo con tanto hacer la golfa y trabajar.
José tiene un post que me ha gustado mucho, es de hace dos días, el post del martes, y cuenta como se va de su trabajo y viaja en moto a un pueblo que se llama Luna, qué cosa, y allí entra en un bar y en una iglesia (yo lo estoy contando muy mal, vais a su página y lo leéis mejor), y es como una novela, es igual que leer una novela. Pero lo bueno que tiene es que no es una novela, es la realidad, y a mí es que me encanta la realidad, por eso soy aficionada a los blogs como los de José, Guarni o Diego, porque te metes en una historia que es la ostia porque es real. Y en la historia de José, él oye unas monjas hablando en voz baja, aunque amplificada cual megabass con sensurround por las paredes de la iglesia, pero las monjas no lo ven y no saben que les está escuchando. Y dice que están hablando de "cosas personales" y me parece una trama fantástica. Pero como es la realidad sabemos que no estarán hablando de asesinar a ningún fraile (eso sería género policiaca), ni suspirando por la dulce mirada de un cierto caballero que viene regularmente a comprar pastelillos (género romántico siglo dieciocho), ni de sus experiencias lésbicas en la ducha (género sonrisa vertical), pero yo me he quedado con las ganas de saber de qué estaban hablando, y mira que es bueno porque hay suspense y todo pero sigue siendo la realidad. En la realidad es dificil que pase algo, y si pasa algo nunca es lo lógico, pero para mí la realidad tiene mucho más gancho que la literatura. Por eso hay algo en las novelas de Zola que me encanta, que le da lo mismo cargarse por medio de accidente laboral o enfermedad horrible a un bueno que a un malo, es como la vida misma. No soporto las novelas ni las películas (todas las películas, por más señas) donde los malos son castigados con desgracias y muerte y los buenos rehacen su vida, porque la vida no es así.
Y yo no he hecho nada para que Diós me meta el dedo en el ojo de esta manera, por cierto, igual me ha estado castigando de antemano por llevar un sujetador en la cabeza, el Señor obra por senderos misteriosos.
Me gusta la armonía en el caos, como lo que decía el otro día de hacer zapping y de repente te sale la solución a tu problema, lo del regidor. Pero esas cosas no puedes meterlas en una novela porque nadie te creería y sería una novela muy mala.
Y por todo lo dicho me gustan los blogs.
Hoy es Jueves Cultural de nuevo y vamos a un concierto de jazz-funky-africano en el Monasterio de Santa María de las Cuevas, madre qué cultos nos estamos volviendo, además funky-cultos, total, fenomenal. Creo que solo vamos cuatro, pero yo lo prefiero porque no quiero tener que explicar diez veces por qué no me he pintado los ojos, y con más de cinco en un coche ya empiezan las psuedo-orgías y hoy no tengo ganas de enseñar las bragas. Tenemos cinco nuevos fichajes masculinos para el j.c. pero hoy no vienen. Ya os cuento la experiencia mañana.