Pues he tenido que trabajar, extraña actividad, no sé si me gusta. O por lo menos no me gusta tanto como antes. Pero el trabajo lo seguiré practicando, por inercia. Y porque te paga el bocadillo.
Se acabó la oh-la de calor, definitivamente, con solo 36 grados la vida es otra cosa. Incluso he vuelto a tomar el sol en la terraza, mis dos vecinos colindantes están fuera, qué gusto, ya nadie puede meter las gafas por los barrotes y verme de cerca. Y así me quito de problemas de bañadores y de tonterías (el bañador brasileño es muy bonito por ejemplo pero es taaan complicado, todo pliegues-ondulaciones-boquetes y siempre termino metiendo la pierna por el sobaco). Ya tomo el sol en pelotas en una cama comodísima que he sacado allí fuera, y bebo gaseosa con una pajita extralarga que sobró de la fiesta, ni tengo que agacharme para coger el vaso, sólo muevo la boca un poco y ya está, eso se llama calidad de vida.
Pues estoy cansadísima, entré aquí para escribir este blog a las nueve de la noche y llevo hablando por el messenger desde entonces y son las doce y media, no sé qué pasa hoy, todo el mundo está en el messenger, parece una fiesta. He hablado sobre todo con Feo, joé, 46 páginas de conversación nada más, se dice pronto, y casi todo carcajadas, cuando se empieza con las carcajadas no se termina, y eso está muy bien, claro, ¡pero un blog no se escribe así! Me lo pasado muy bien pero ya me he desconectado (informáticamente no mentalmente). El silencio de la noche, mi tercera cerveza, he cenado un plato de aceitunas, ¿y alguien se extraña de que perdiera tres kilos en una semana aquella vez? Es que me pasaba esto todos los días. Mucha cervecita virtual ... y me encanta, la verdad sea dicha.
Pues lo que quería decir hoy era que he estado leyendo mi diario nº 1, yo escribo un diario, pero tipo real no tipo virtual como este, y en toda la vida adulta pues los cuadernos van llenándose y ahora voy por el número ochenta y tantos, tenía muchos en casa de mi madre y los he traido de allí. Y los voy a leer todos, el primero es de mi primer año en la universidad, tenía 18 años, las dos primeras páginas parezco otra persona hablando, y luego de repente soy yo, me hallo, me identifico, soy la misma, aunque .. distinta, claro. Y me gustaría seguir leyendo (porque me lo paso pipa, es divertidísimo) y comentar algo en el blog sobre esa otra vida virtual de cuando no tenía ni una arruga en la cara y en el cerebro mucho menos. Yo era una especie de mujer objeto, bueno, mujer objeto no, no llegaba a tanto, era más bien una chica objeto, llevada por los cuatro vientos a donde fuera y a la vez con unas ideas muy tenaces y muy mías, bueno, quizás me explique mejor otro día cuando lleve menos cervezas, menos cansancio, menos de todo en general. Me pasaron muchas cosas. Las constantes absolutas: la cervecita y las risitas. Causé y me causé muchos problemas. Y me lo pasé muy bien y muy mal, quizás nunca tan bien ni tan mal como ahora sin embargo. O al revés.
Bueno, he leido poquito la verdad, sólo el primer cuaderno, pero había una cosa entre otras muchas que me gustó mucho, yo vivía en ese momento en una sociedad bastante puritana y rancia pero con muchas fiestas y muchas borracheras entremedio, eso también lo explicaré mejor cuando me sienta más lúcida, y bueno, básicamente cada vez que ligaba apuntaba en el diario algo así como "horrores, he hecho algo muy malo!!!! y me lo he pasado muy bien!!!!". Tenía mi novio que mi intención había sido casarme con él, pero luego nos fue de mal en peor y ya perdí de vista esa idea, y finalmente rompí con este novio porque empecé a tener un affaire con otro, al principio tonteábamos, y luego un día escribí en el diario que anoche hice el amor con él porque no lo pude evitar, y eso me encanta, oye, desgraciadamente creo que debe de ser la única vez en mi vida que he hecho el amor con alguien por esa razón, porque no lo pude evitar ... es como deliciosamente patoso o algo así, sin plan, sin programa, sin tener ni idea de lo que quieres, ¿no es bonito?