Yo no soy una resentida, yo sigo escribiendo desinteresadamente y me da igual que no me pongáis ningún comentario.
Vale, sé que lo de los comentarios funciona un día no y otro tampoco, pero venga, ahora sí anda ¿no? ¿A nadie le importa mis luchas a muerte con bikinis y bañadores? ¿Estáis todos en la playa? ¿Se mete la arena en el teclao si me escribís o qué?
Bueno, sé que hay temas más importantes que mi ropa interior, pero tengo que decir que me encaaaanta que me pongáis comentarios y os echo de menos. Ayer y hoy no importa demasiado pero no me vayáis a hacer esto mañana cuando empiece mi viaje solitario por tierras portuguesas. Os necesitaré en mi soledad. Y eso, que me voy mañana.
Me he venido de Cádiz para deshacer la maleta y hacerla otra vez para irme a Portugal. Llevo todas las mismas cosas exceptuando mis diccionarios de portugués y mi guía de Portugal, pero psicológicamente hay que hacer y deshacer maletas y colocar las cosas en su sitio durante unas horas, porque si no el viaje parece demasiado largo. Me voy mañana por la mañana, voy a coger un bus a Badajoz y luego cruzaré la frontera y ya veré, tengo ganas de estar sola, escribir pensar respirar estirar las piernas dormir la siesta pasear no tener que hablar, estar sola, sí, me gusta estar sola. También puedo estar sola en mi casa, pero no es lo mismo. Quiero escribir principalmente, escribir mi diario, donde escribo cualquier cosa desde insultos a porno pasando por idioteces de todo tipo y páginas enteras de jajajajajaja (y me mola la idea de hacerlo con una Superbock en la mano) (en la otra mano, se entiende), y escribiré el blog todos los días siempre que haya un cíber en el pueblo donde esté. Supongo que hay cíbers en Portugal.
La megabarbacoa en la playa de Cádiz fue impactante, kilómetros y kilómetros de playa llenos a rebosar de barbacoeros (¿?), barbaquistas (¿?), barbacantes, eso, de barbacantes mayoritariamente borrachos. Todos nuestros vecinos de parcela eran quinceañeros pero hicimos buenas migas con ellos e incluso hubo quien nos prestó carbón y pastillas porque nosotros no traíamos nada de eso. (Pastillas para encender barbacoas, aclaro, no pastillas para otros encendimientos). Creo que batimos el récord y teníamos la barbacoa más pequeña de todo el evento, la gente que pasaba se daba la vuelta para volver a mirarla, pero quedó tela de bonita y en algún momento conseguimos cargarla con 5 salchichas a la vez, así que no nos faltó de nada. Bueno, sí, un poco más de cerveza nos faltó, por la absurda ley seca esa que se está poniendo de moda ahora entre los avispados dirigentes, que piensan que la juventud no beberá si no puede comprar alcohol después de las diez de la noche (yo diría que la juventud es algo más inteligente pero bueno). Naturalmente la juventud sí hizo su botellón y creo que los únicos castigados por la ley seca éramos nosotros los cuatro mayores desmemoriados que no se acordaban de eso y que nunca participan en botellones ... bueno, nos lo pasamos bien. Muy bonito, sí.
Mañana os escribiré desde ......... no sé. Lo único que sé es que no habrá ñ's en el ordenador durante una semana.
Ah, y se pueden poner comentarios con efectos retroactivos, ¿eh?