(Creo que he jodido el template, si esto se ve mal, ve a antiarrugas1.blogspot.com, allí he puesto el post también. Lo siento)
Viernes 27 Junio 200003
pau365@hotmail.com
OOooouaaaaahh, hoy no he salido pero saldré, sí, saldré ahora cuando termine de escribir el blog y llegaré tarde, como siempre.
¿Cuántas horas de nuestras vidas se tragan estos insaciables blogs? Todos los días escribo y llego tarde a todas las cosas porque me paso más tiempo de la cuenta alumbrando buenas y malas ideas y contando mis borracheras. Pero para mí es superterapéutico oye, como que huyo del mundanal ruido y eso y me siento superrelajada y nada más importa cuando estoy escribiendo el blog. Es como tomar un baño o algo así. Sola, pero .....
(Bueno, sola, sin pato te quiero decir. Yo no practico baños en grupo, no.)
El jueves cultural, ayer, pues llamé a menos gente, de unos pasé y otros se me olvidaron y claro, ¿qué pasó? que fue absolutamente multitudinario, numerosísimo, no hay lógica. Fuimos a ver una expo fotográfica en un bar, unas fotos sobre la situación política en Chipre, la ocupación militar y eso, poquitas fotos y un despliegue masivo de folletos turísticos y mapas de Chipre, libros, historia, cultura, geografía, hasta la guía del teléfono de Chipre, todo. Y esta mañana me levanto y miro en las estadísticas de Antiarrugas y veo que me ha llegado una visita desde .... Chipre .....
Bueno, os voy a pegar aquí el relato de mi Hermana Lumière que os dije ayer que ha salido en un libro. Os voy a explicar algo primero, que se supone que no se sabe si somos hombres o mujeres, porque se supone que no nos conoces. Hay que mentalizarse, que los personajes Clum y Paqt pueden ser dos hombres, o dos mujeres, o un hombre y una mujer, o una mujer y un hombre, eso no lo sabes, ¿vale? (porque esa era la idea detrás de la serie de cuentos).
Por aquellas fechas, Clum estaba montando una exposición de sus esculturas en la galería Ventana. Cuando llegó la invitación a la muestra de fotografías de Paqt, Clum se sorprendió de que ambas inauguraciones fueran el mismo día y a la misma hora. La imagen que ilustraba la invitación despertó inmediatamente su interés.
Así, el mismo día y a la misma hora en que Paqt inauguraba el montaje de sus fotografías, Clum recibía al público que quería contemplar sus esculturas.
Varios días después, Clum acudió a la galería dónde se exhibía la obra de Paqt. Las fotografías que contempló colgadas en la encalada pared eran fascinantes. Una colección de casas putrefactas, con muros blandos, chorreantes, decrépitos. El título no podía ser más adecuado: “As casas dos loucos”. Clum se preguntó de dónde sería Paqt, podía ser de origen portugués, gallego... o cualquier otro, probablemente había escogido ese título porque sonaba bien, indudablemente era perfecto para el trabajo que había expuesto en la sala. También se preguntó si Paqt era nombre de hombre o de mujer. No fue capaz de encontrar la respuesta. Clum consideró que su propio nombre artístico también era ambiguo, de hecho esa ambigüedad había sido la principal razón de su elección. Durante unos instantes, Clum se planteó la posibilidad de dirigirse a la empleada que, sentada en el despachito al fondo de la galería, hojeaba una revista, para obtener alguna información sobre Paqt, pero, aunque pocos lo dirían, Clum tenía una timidez exagerada, casi patológica, lo que a veces hacía que perdiera oportunidades de conocer personas que podrían ser importantes en su vida, y lo peor era que su absurda timidez se hacía más manifiesta, cuanto mayor era su admiración por alguien. Así que decidió marcharse de la sala, mientras maldecía su falta de coraje.
Aquella misma tarde, cuándo Clum llegó a su exposición:
-Han dejado esta nota para ti- dijo el galerista.
-¿Quién ha sido?
-No lo sé, yo había ido a tomar café. Estaba mi mujer, pero ya se ha marchado.
Con dedos temblorosos, Clum desdobló el papelito, y leyó con voracidad, adelantando con sus pensamientos el contenido:
Hola Clum,
Soy Paqt, yo también tengo una exposición en la galería Amina, me parece que no vas a tener tiempo de verla, porque se clausura el lunes. Me gustaría contactar contigo. Quizá podamos plantear algún proyecto en común. Me gusta mucho tu trabajo y creo que, en cierta forma, nos parecemos mucho. Si quieres llámame, mi teléfono es el 4 41 06 38.
Clum no pudo esperar a llegar a casa y telefoneó a Paqt desde la misma Galería:
-...... ....... ...... ........
-¿Si?
-¿Eres Paqt?
-Si...
-Soy Clum...
-¡Vaya! ¡qué bien! así que te han dado mi nota...
-Precisamente venía de tu exposición...
-¿Ah, si?
-Me ha encantado, no había oído hablar de ti, y hasta que has descolgado el teléfono no sabía si eras hombre o mujer...
-Ja, ja, ja, ja, si que es divertido... a mí me ha pasado lo mismo contigo...
-Me parece fantástico despertar esa sensación de desconcierto, por eso elegí el nombre...
-Ja ja ja ja ¡y yo!
-Ja ja ja ja ja
-Me parece que éste es el comienzo de una gran amistad...
-¿Cuándo quedamos?