Hoy he recibido un mail de mi Hermana Lumière y ha mandado un texto para mi blog ....!!!!!
Es una descripción de mi persona, ¡oh!, en la línea de la descripción que me hizo en su día mi vecino de al lado, aunque no creo que nadie se crea que lo escribiera mi vecino de al lado. O sea, que lo escribí yo. Pero no esta descripción, esta está hecha por mi Hermana Lumière, deverdaddeverdaddeverdad.
Aquí está:
Mi hermana Pau (Nota de Pau: eso es el título)
Cuando yo era niña, todos los otros niños y niñas de mi barrio tenían hermanos. Todos menos yo. Yo deseaba con todas mis fuerzas una familia numerosa, pero era hija única y todos me llamaban mimada y cursi y niña de papá.
Así que los recuerdos más intensamente felices de mi infancia son los que guardo de los días en que nacieron mis hermanas. Tengo en la memoria cada detalle, casi cada momento de aquellos días.
Pau llegó muchos años después de que nacieran mis otras hermanas. Apareció en una época en la que yo andaba muy anodina. Yo, en aquella época, tenía un trabajo estable y un sueldo razonable, circunstancias que, en conjunto, han demostrado ser incompatibles con mi creatividad.
Pau me adoptó inmediatamente, aunque entonces ninguna de las dos lo sabía, y se dedicó con un entusiasmo inefable* a sacudirme la mugre de la nadedad. Me llevó al Ánima con el 6x6, dentro de contexto recorrimos las calles de Sevilla, metimos el dedo en la llaga en la Imperdible y nos pautorretratamos muchas veces.
Un día nos dimos cuenta de que en uno de los pautorretratos habían salido las hermanas Lumière, entonces decidimos adoptarnos públicamente. La historia es más o menos así, aunque supongo que Pau la contaría de otra forma. (Nota de Pau: lo único que cambiaría es donde pone que somos un par de neuróticas .. !)
Y tras esta introducción paso a describir a mi hermana Pau, ya que quiero aportar mi visión personal a la descripción que han hecho de ella sus vecinos.
Pau es una buena muchacha, dulce, divertida y generosa. Un poquillo escandalosa también: cuando empieza a reírse a carcajadas se vuelven a mirarnos todos los transeúntes en trescientos metros a la redonda (bueno, los que están de espaldas, los que están de cara ya llevaban un rato mirando sus zapatos fucsia). A mi, la verdad, cuando todos nos miran me da un pelín de corte, debe ser que asoma la nariz la pija que llevo escondida, luego me animo y nadie lo diría, que a mi sólo hay que darme un poco de pie... el caso es que cuando vamos por ahí nos lo pasamos pipa, como el año pasado en Inglaterra. No voy a contar nada, porque si lo cuento Pau se va a enfadar conmigo, pero nuestras aventuras en el metro londinense o las del paseo de regreso al bed and breakfast no tienen precio (aunque acepto ofertas)
Además de dulce, generosa, divertida, escandalosa... otra virtud de Pau es que con ella se puede hablar de todo. Es que no calla, vamos. Ni cuando está sola, ya lo dicen sus vecinos. Además habla en varios idiomas y eso es estupendo, porque yo entiendo los idiomas y ella los habla. Así que nos complementamos perfectamente.
Y, por último (no quiero extenderme demasiado para que ponga este texto en su blog), Pau es una chica muy trabajadora. Eso siempre crea conflictos, porque yo soy alérgica al curre y ella me obliga. Al final siempre termino agradeciéndoselo, pero a veces me enfurruño, como aquel día que a las tres de la madrugada nos quedaban por colgar millones de cuadritos del animal en Manila y la exposición se inauguraba el día siguiente y estábamos tan cansadas... Afortunadamente apareció Juan Luis cuando estaba a punto de estrangularla, pero eso fue por causa del estrés, lo juro, al rato se me pasó.
Yo creo que Pau es una obsesiva, o sea neurótica y trabajadora. Yo no soy trabajadora, sólo neurótica. Somos muy afortunadas al ser dos neuróticas, no quiero pensar que pasaría si fuéramos dos histéricas ¡la cantidad de problemas que tendríamos!
Podría decir muchas más cosas sobre Pau, pero ya he dicho que no quiero extenderme demasiado, así que no lo haré.
Carmen, 8 de Marzo de 2003
* Inefable (según el diccionario de la RAE) del latín inefabilis: indecible, lo que no puede describirse con palabras